Raúl P. E., jienense afincado en Cuarte de Huerva, ha sido condenado por la Sección Sexta de la Audiencia Provincial a tres años de prisión por narcotráfico, a raíz de un desafortunado incidente (para él) que le llevó a comprar droga acompañado de un guardia civil. El traficante entabló conversación con el agente, de paisano, en un bar de la citada localidad zaragozana, al oír que compartía su acento andaluz. Al cabo de un rato le ofreció ir a comprar cocaína, presumiendo de "contactos". Y el guardia civil no dejó pasar la oportunidad de acompañarle.

Según el relato de hechos probados, ambos se dirigieron al domicilio de Antonio Miguel J. F. --que el Instituto Armado ya tenía controlado como punto de venta de droga--, y este le entregó a Raúl P. E. un pequeño envoltorio con cinco gramos de cocaína, "de una riqueza cojonuda de al menos un 70%", según dijo. El proveedor ha sido condenado a tres años y medio, por su reincidencia.

Raúl P. E. --también con antecedentes, pero no por narcotráfico-- se llevó a su casa a su paisano, para venderle la droga, y este aprovechó para identificarse e intentar detenerle. Se zafó, pero fue detenido posteriormente.

En la investigación los agentes vincularon con la venta a un tercer hombre, José R. B., quien admitió tener tratos con Antonio Miguel J. F., aunque no tenía droga ni encima ni en casa. Los magistrados le han impuesto otros tres años de prisión.

Los jueces aprecian una dilación indebida en el proceso, cuya instrucción estuvo muerta 17 meses, lo que conlleva una rebaja de las penas.