La calle Las Armas del barrio de San Pablo de Zaragoza vuelve a sufrir las molestias ocasionadas por la suciedad y los malos olores después de un fin de semana de mucho movimiento de gente fruto de diversos actos sociales y culturales, así como del habitual ocio nocturno. "Es un problema que regresa cada cierto tiempo y hay que prestarle especial atención", reconoció ayer Teresa Saez, miembro del Servicio de Mediación Comunitaria del Casco Histórico, quien señaló también como causantes de este problema a algunos vecinos: "La mayoría colabora en la tarea de la limpieza, pero hay quienes por dejadez causan un perjuicio grave. Y no se puede perseguir a todo aquel que mancha".