Las obras del Mercado Central han obligado a introducir cambios este año en una de las procesiones más multitudinarias de la Semana Santa de Zaragoza, la del Santo Entierro, desviando su tradicional recorrido desde la plaza del Justicia hacia la calle Salduba y Murallas, por las de Manifestación y Alfonso, desde la que accederá a la plaza del Pilar. Una modificación que conduce la marcha a una zona en la que hoy los maceteros instalados tras la alerta terrorista del pasado verano impedirían su desarrollo y que necesita, por tanto, el visto bueno de la Delegación del Gobierno en Aragón. De hecho, en septiembre impidió una procesión extraordinaria de La Humildad.

Se trata del cambio más relevante en la programación de la Semana Santa del 2018, que ayer se hizo público por la Junta de Cofradías y el patronato de Zaragoza Turismo. Los trabajos en la calle Salduba finalizarán en febrero y para esas fechas ya estará funcionando allí el mercado provisional de Lanuza. La carpa, ahora en fase de montaje, no solo impedirá el paso del Santo Entierro, sino también la salida del Despojado de su sede canónica en San Juan de los Panetes. Su vía crucis se tendrá que hacer con salida y entrada desde la parroquieta de La Seo, porque la escalinata de la iglesia de Salduba quedará anulada por ese mercado temporal. Además, su incorporación a la procesión del Santo Entierro deberá hacerse desde la basílica del Pilar, y no desde su templo.

También en el Santo Entierro habrá modificaciones en el itinerario desde el paseo Independencia, estas de menor envergadura. Su recorrido por las calles Albareda y Bilbao regresará a la acera del céntrico paseo por la calzada de Casa Jiménez, y no por Cinco de Marzo, como era habitual en los últimos años. En este caso, no se debe a las obras en Lanuza.