El fiscal solicitó penas que oscilan entre seis y diez años de prisión contra siete personas presuntamente implicadas en una red rumana de prostitución. En el juicio que se celebra en la Audiencia de Zaragoza se retiraron los cargos contra otros dos imputados.

Los hechos están relacionado con una redada de la Guardia Civil en una casa de masajes de la calle Campoamor, donde ejercían la prostitución dos menores de edad de nacionalidad rumana en el mes de febrero del 2003. El local era propiedad de cinco socios españoles, para los que se piden seis años de prisión para cada uno por delitos relativos a la prostitución y corrupción de menores, la misma pena que para la encargada del establecimiento, una joven colombiana.

Según el fiscal, las jóvenes eran obligadas a ejercer la prostitución hasta que pagaran una supuesta deuda con la red. Incluso, un ciudadano español declaró ante el tribunal que tuvo que pagar 1.500 euros para liberar de la deuda a una de las mujeres, con la que más tarde contrajo matrimonio. La misma cantidad tuvo que desembolsar para liberar a su cuñada y a una menor.

Rumus, un camionero rumano y principal acusado, manifestó que su intervención se limitó a acompañar a tres mujeres recién llegadas a Zaragoza a un piso donde pernoctaron. Señaló que el presunto responsable de la red podría ser un compatriota, Eugen, cuyo nombre aparece en varias investigaciones de la Guardia Civil pero que nunca ha sido detenido, como recordó su abogado, Roberto Gallego. El fiscal pide 10 años de cárcel para este acusado. El juicio concluirá hoy.