Quince tumbas de difuntos de raza gitana han sido profanadas en las últimas semanas en el cementerio de Torrero para robar motivos fúnebres, según denunció Alfredo Dual Gabarre, vocal de la Asociación de Promoción Gitana de Zaragoza. Los objetos más sustraidos son ramos de flores de cuarzo, cuyo precio ronda los 200 euros la unidad.

Los ladrones, a los que el colectivo gitano sufre desde hace años entre Todos los Santos y Navidad --en 2002 fueron profanadas 84 tumbas--, suelen destrozar con un taladro la cerradura del cristal colocado ante la lápida, en ocasiones rompen el vidrio a golpes y a veces abren la ventana con palancas. Dual explicó que en algunos nichos se colocan varios ramos, con lo que el botín por tumba puede subir a 600 euros. Un nicho ha sido reventado tres veces. Otros años profanaron lápidas.

"Los difuntos son lo más sagrado para nosotros. Aquí pasan cosas muy raras. Nos sentimos impotentes: no podemos hacer nada para impedirlo", señaló Dual, que añadió que en los últimos años han llegado a presentarse unas 300 denuncias por robos de este tipo en Torrero. Sin embargo, desconfían de la eficacia policial: "¿Denunciar? ¿Para qué? No solucionan nada", dijo.

Los miembros de la comunidad gitana han vuelto a vigilar el cementerio. Como otros años, cuando un sospechoso escapó de una patrulla saltando la tapia del cementerio. También atraparon a un preso de permiso mientras reventaba un nicho. "Lo entregamos a la Policía. Lo metí en el coche para salvarlo. Después lo soltaron", recuerda Dual.

MAS VIGILANCIA La Asociación de Promoción Gitana de Zaragoza pide más vigilancia en el cementerio. "Si nos quedamos de guardia y cogemos a alguien no sé lo que puede pasar. No nos hacen caso", dice Dual. "Esto es sagrado para nosotros", añade.

Un trabajador explicó que las profanaciones se producen con cierta frecuencia. "Hace dos años sorprendimos a dos tipos intentando forzar un nicho. Les llamamos la atención y salieron corriendo. La emprendieron a pedradas con nosotros y escaparon saltando la tapia", contó.

En la comunidad gitana sospechan que los ramos de flores de cuarzo robados en Zaragoza son revendidos en Valencia, aunque no descartan que vuelvan a comercializarse en la capital aragonesa.

El Ayuntamiento de Zaragoza reconoce que el sistema de vigilancia estática del camposanto no funciona. Las cámaras llevan ocho años colocadas y nunca han sido operativas. Un portavoz municipal explicó que ya no pueden utilizarse. "Han quedado obsoletas y no cubren todo el cementerio. Habría que buscar otro sistema", dijo.

No obstante, explicó, en los últimos meses ha aumentado la presencia de coches-patrulla de la Policía Local en el cementerio y varios agentes de paisano recorren el complejo.

Un portavoz de la Policía Nacional rechazó que los robos pudieran tener un carácter xenófobo y señaló que no les constan nuevas denuncias sobre profanaciones.