El profesor detenido y puesto en libertad por grabar a compañeras del colegio Escolapias Calasanz en el váter podría haber instalado cámaras hasta en tres servicios del centro escolar, según el análisis de la Policía. Los agentes habrían encontrado restos adhesivos, similares a los encontrados en el lugar donde instaló la última, en otros dos baños, todos de adultos, según aclararon fuentes policiales. Los agentes siguen analizando el material informático que le incautaron, aunque en el del centro --una tableta electrónica-- no encontraron al parecer nada sospechoso.

El colegio reunió ayer a los padres de los alumnos de segundo de Primaria para los que M. A. P. G. ejercía de tutor, aunque este diario no pudo averiguar qué medidas les anunciaron. El profesor no ha vuelto a dar clase desde que fue arrestado, el pasado miércoles.

La denuncia que desató el caso fue de una compañera del profesor del centro que observó, cuando iba a utilizar el baño, que había una cámara orientada a la zona de los genitales. La profesora llamó a la Policía, y esta estableció un dispositivo de vigilancia para sorprender a quien la había colocado. Así arrestaron a M. A. P. G., cuando salía del servicio con la cámara, según informaron fuentes policiales el pasado viernes.

Tras su detención, la Policía registró su vivienda, provista de la oportuna orden judicial, y en su ordenador encontraron una carpeta llamada Pilladas. En ella observaron vídeos de traseros femeninos que el acusado habría grabado, presuntamente, en establecimientos públicos de Zaragoza.

Mientras, el colegio remitió una circular a los padres de los alumnos, tras la publicación de la noticia de la detención en este diario, en la que les informaba de los hechos. También les anunció que habían tomado las "medidas oportunas" para poner los hechos en conocimiento de las autoridades. Asimismo anunciaban que se personarán en el proceso judicial que presumiblemente se abrirá contra el docente, imputado por un delito contra el honor.

Los investigadores continúan analizando los archivos encontrados en casa del profesor para comprobar si alguna de las imágenes corresponde a menores de edad. Hasta ahora no ha trascendido que así sea.