Los representantes sindicales de la enseñanza hicieron ayer un llamamiento al Gobierno de Aragón para que destine más recursos a la lucha contra la violencia y los casos de acoso escolar. UGT, CCOO y CSI-CSIF propusieron algunas medidas como la implantación de especialistas en todos los centros para mediar en los conflictos, la habilitación de más horas lectivas para clases de tutoría o la proliferación de planes en formación de valores.

Estas iniciativas se plantearon tras conocerse las dos primeras quejas presentadas al Justicia de Aragón, Fernando García Vicente, por dos estudiantes que denunciaban un hostigamiento de varios compañeros y de algunos profesores respectivamente.

En concreto, el secretario general de Enseñanza de CCOO, Manuel Martínez, denunció que los docentes no tienen "los medios necesarios para actuar en determinadas circunstancias porque la Administración es muy rácana".

A su juicio, el mejor antídoto es la "educación integral en valores" y que junto a la formación de materias se incluya siempre el fomento de la "interculturalidad o la igualdad de género, entre otras ideas". Pero además, ofreció dos alternativas: la reducción de las ratios de alumnos en las aulas "para que los profesores puedan tener un mayor control sobre la clase"; y la implantación de expertos en todos los centros para tratar los casos más problemáticos.

En este sentido, Martínez habló de profesores de Educación Compensatoria que trabajen con los alumnos que llevan dos o más años de desfase curricular; de mediadores socioculturales, que propicien el acercamiento de los inmigrantes a la cultura española; y de profesores de Servicios Técnicos a la Comunidad, que "puedan establecer un contacto permanente entre el colegio, las familias y los alumnos conflictivos".

El representante autonómico de CSI-CSIF, Eliseo Moreno, mostró su preocupación por este fenómeno y pidió igualmente la intervención de la DGA para dotar a los centros de planes de convivencia "más completos que los actuales".

EL MEDIADOR Desde su punto de vista, la figura que falta por implantar es la del mediador, que ya ha sido empleada "con éxito" en algunas comunidades como Andalucía. "Primero haría falta definir bien sus funciones, pero serviría para detectar los casos en su fase más incipiente, sobre todo en Secundaria. Sería un enlace entre las partes afectadas y se dedicaría de forma exclusiva al estudio de este tipo de problemas", señaló Moreno, quien demandó "más apoyo" del Ejecutivo aragonés al profesorado en aquellas ocasiones en las que los insultos o amenazas se dirigen a los docentes. "En algunos colegios se han dado conflictos de este tipo y los maestros a menudo se quedan solos", apuntó.

Por último, la secretaria general de la Federación de Trabajadores de la Enseñanza de UGT, Gloria Pardillos, subrayó que en los planes de convivencia la Administración debe dar "unas pautas comunes y más medios, aunque cada centro debe mantener sus peculiaridades".

Y ofreció además otras dos iniciativas complementarias: la adjudicación de más tiempo para la labor de prevención mediante clases de tutoría, ya que "el tutor es clave para detectar los casos", y una mayor formación "para la resolución de conflictos". Para Pardillos, que achacó el agravamiento de la violencia escolar "al aumento de la violencia social", esta formación podría canalizarse mediante una asesoría permanente a los colegios e institutos o a través de la incorporación de mediadores. "La coordinación es vital, porque muchos problemas se producen fuera de las aulas y se trasladan después a ellas", concluyó.