El programa informático centralizado Sigad, que, desde febrero, se ha implantado de forma generalizada en todos los institutos aragoneses para centralizar la gestión académica, está provocando numerosas quejas de los equipos directivos, que denuncian su mal funcionamiento.

"Se supone que los trabajadores ya deberían estar trabajando con él, pero todavía no reconoce a los alumnos o hay errores en las fichas, lo que ha provocado que hayamos enviado numerosos correos a la empresa quejándonos de esos problemas", advirtieron desde un centro.

En otros, a estos problemas del programa se añaden otros propios del propio centro. "Nuestro instituto no está adaptado a este tipo de sistemas, que lo hacen todo a través de internet y nosotros tenemos muchos problemas de conexión y los ordenadores son muy antiguos. De hecho, llevamos una semana sin red", apuntaron desde un instituto zaragozano.

Así, numerosos equipos directivos han optado por paralizar la implantación y seguir con el antiguo programa, el ies 2000. "Seguimos con el viejo porque con el nuevo no hemos podido hacer nada y decidimos paralizar la implantación y no repartir las claves de acceso a los profesores hasta que funcione correctamente", confirman desde un centro de la capital aragonesa, que denuncia, asimismo, la "falta de información" a los docentes. "Apenas se nos ha dicho nada después de que, hace unos meses, se eligiera a tres de cada centro para una jornada de formación y se les dieran las instrucciones para manejar el programa, pero el resto de las personas ni siquiera sabemos nada y suponemos que esos tres son los que deben formar a los demás".

Esa "laguna" de formación se añade a los obstáculos a solventar por unos institutos que ya han mostrado su malestar a la Administración. De hecho, en uno de los últimos encuentros, las quejas fueron generalizadas.

POCOS LO USAN "Muy pocos centros lo usan y los que lo hacen alaban la idea, aunque algunos cuestionan si no sería mejor centralizarlo para todas las comunidades para solucionar casos como volver a revisar el código de un alumno que se marcha a otra región", exponían desde otro centro.

El Sigad es una "buena idea" para otros directores, que subrayan que establecer un programa centralizado para todos es "positivo" porque "antes eran todos de una empresa privada distinta y se ha decidido unificarlos en un programa propio de la DGA", pero la ejecución "es penosa". De hecho, los institutos aseguran que la propia Administración "lo sabe y no obliga a utilizarlo" y solo ha prohibido renovar la licencia con las empresas.

El nuevo sistema ofrece, eso sí, muchas más posibilidades que el anterior, al permitir llevar un control de todo el centro, además de comunicar directamente con las familias, que pueden acceder para conocer las faltas o calificaciones de su hijo. Asimismo, permite controles de asistencia y amonestaciones, o de expedientes, mandar trabajos y tareas, corregirlos en cualquier momento y que los padres sepan la evolución de sus hijos.