El progresivo aumento de las temperaturas como consecuencia del cambio climático está afectando de manera visible a la cascada de la Cola de Caballo, el lugar más visitado del Parque Nacional de Ordesa. Cada año que pasa baja menos agua por el fotogénico torrente, que nace a los pies de los picos de Marboré y Monte Perdido y se nutre sobre todo de los caudales que aporta la nieve a medida que se funde.

Esta es la principal conclusión de un estudio, publicado en la revista Science of the Total Environment y llevado a cabo por expertos del Instituto Geológico Minero de España (IGME), con Luis Lambán a la cabeza.

La Cola de Caballo, situada a 1.887 metros de altitud, al fondo del valle de Ordesa, recibe su mayor aportación de caudal del acuífero situado más arriba, que filtra a distintas velocidades el agua tanto de la lluvia como de la nieve y el hielo. A medida que estos elementos se filtran o derriten, bajan canalizados por el conocido como manantial de Garcés.

Existen otras pruebas más directas del cambio. La semana pasada, según fuentes de la dirección del parque, el emblemático salto, que constituye sin duda el destino senderista más popular del Pirineo aragonés, la Cola de Caballo estuvo a punto de secarse.

El estudio de la prestigiosa revista científica, que forma parte del proyecto europeo Piragua, demuestra que no se trata de una simple impresión visual. El equipo de estudiosos colocó sensores en el acuífero y en el manantial que miden la cantidad de agua en movimiento, lo que confirmará que el caudal experimenta una continua disminución.

Una reducción hídrica que no es exclusiva del parque nacional, aunque allí resulte ya perceptible, y que está motivada por el descenso de precipitaciones y el incremento lento pero constante de la temperatura. Hasta el punto de que los glaciares pirenaicos pierden cada año más de 17 hectáreas de extensión. Además, paralelamente va rebajándose el caudal de los ríos que descienden de la cordillera, entre ellos el Arazas, que tiene en la Cola de Caballo uno de sus principales nacederos.