La peligrosidad que existe en la N-330 a su paso por el núcleo serrablés de Hostal de Ipiés se va a combatir con la implantación de tres medidas inmediatas. A lo largo de todo el paso se prohibirán los adelantamientos, se reducirá la velocidad a 70 kilómetros por hora y se incrementará la presencia policial, tanto de radares móviles como de agentes motorizados. La efectividad de las medidas se evaluará en tres meses.

Estas limitaciones se acordaron en la reunión que mantuvieron el alcalde de Sabiñánigo, Carlos Iglesias, y el subdelegado del Gobierno, Ramón Zapatero, en la capital oscense, para intentar buscar una solución al elevado índice de peligrosidad que existe en la vía que cruza Hostal de Ipiés.

Al encuentro también acudieron los alcaldes pedáneos de los núcleos afectados, José Antonio Escar, de Hostal, y Carmen Mainar, de Orna de Gállego; así como el alcalde de Caldearenas, Rafael Castán, municipio que tiene su desvío en este paso de la N-330.

PROBLEMA PRINCIPAL El principal problema es que los adelantamientos están permitidos en un paso que divide el núcleo de Hostal de Ipiés en dos, pero que no tiene la consideración de travesía. Esto supone que la velocidad no se puede reducir a los 50 kilómetros por hora, tal y como les hubiera gustado a los ediles, y hace que el cruce de los vecinos, de un margen a otro de la localidad sea "muy peligroso", a pesar de que en los últimos cinco años los accidentes de tráfico con víctimas en este punto se han limitado a dos.

Sin embargo, y como señaló el alcalde serrablés, "sustos ha habido muchos". Por ello, el objetivo de las medidas acordadas es "evitar que esos sucesos vayan a más", apuntó Iglesias. De momento, las limitaciones han satisfecho a los ediles, ya que tal y como exigían, a lo largo de todo el paso de Hostal de Ipiés se prohibirán los adelantamientos y se reducirá la velocidad a 70 kilómetros por hora. Además, se incrementará la presencia policial, para evitar las infracciones de los conductores, tanto de radares móviles como de motoristas.

La solución acordada para el desvío de Caldearenas, cuya salida a la N-330 también tiene un alto índice de peligrosidad, ha sido la propuesta más descafeinada . Carlos Iglesias explicó que "a la altura del cruce a Caldearenas se permitirá el giro, aunque la salida ideal hubiera sido platear solución a distintos niveles". Sin embargo, Iglesias recuerda que es una salida transitoria ya que "en cuatro años está previsto que entre definitivamente en funcionamiento la autovía".