El Ayuntamiento de Zaragoza deberá adoptar medidas urgentes para acatar la sentencia del Tribunal Supremo que obliga a suprimir los articulos de su Ordenanza sobre Bicicletas y Peatones que permiten la circulación por las aceras y zonas peatonales de la ciudad. Porque la respuesta es contundente y, tras la resolución del Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA) al recurso del consistorio, el plazo es corto para actuar. Un total de diez días hábiles le daba al Gobierno municipal para que esta se publicara en el Boletín Oficial del Estado (BOE), al que se le dará cuenta antes del próximo viernes día 19. A partir de ese momento, al día siguiente mismo si así lo estiman oportuno, podría anunciarse y, por tanto, entrar en vigor.

Así que la intervención del ayuntamiento debe ser rápida y despejar a su vez cualquier atisbo de duda en el ciudadano, tanto en el que usa la bicicleta como el que comparte el espacio urbano con estas, peatones y el resto de vehículos. En un entorno urbano en el que todavía coexisten las aceras bici sugeridas como las ubicadas en el paseo Independencia, que ya no servirán tras esta sentencia (o se marcan con línea continua y diferenciadas del resto del espacio peatonal o se eliminan), o numerosos tramos de carril bici que, siendo válidos todavía, conducen a puntos en los que las zonas peatonales ya no servirán para darles continuidad, tales como la céntrica calle Coso o el final de Gran Vía en su confluencia con la plaza Paraíso.

Estas y otras muchas dudas se deberán debatir a toda velocidad y en una única reunión, la convocada ayer con carácter de urgencia del Observatorio de la Bicicleta, a la que estarán citados los grupos políticos y los colectivos vecinales implicados por el consistorio en una toma de decisiones que busca que sea consensuada por todos.

La cita, anunciada ayer por el presidente del Observatorio al resto de participantes, será el próximo lunes a las 17.00 horas. En ella, se analizarán también todas las opciones de establecer excepciones, si jurídicamente caben en la norma, la interpretación que se hace desde Zaragoza de la aplicación de esa misma prohibición en los parques municipales o el impulso a la red ciclable de la capital aragonesa para resolver las deficiencias, en cuestiones sobre la continuidad ciclista y de seguridad para el usuario, que se detecten.