El Ayuntamiento de Zaragoza ha decidido analizar en profundidad la sentencia del Tribunal Supremo que, entre otras cosas, obliga a prohibir la circulación de los ciclistas por las aceras, antes de hacerla efectiva. Así que la Ordenanza de la Bicicleta seguirá vigente en todo su articulado, hasta en aquellos que permite hacerlo en aquellas de más de cuatro metros de anchura, hasta que el Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA) ratifique el veredicto del Alto Tribunal publicándolo en el Boletín Oficial de la Provincia (BOPZ) o de Aragón (BOA). Entonces no "quedará otra que acatarla".

Así resumió la responsable municipal de Servicios Públicos, Carmen Dueso, la determinación que el Gobierno municipal ha adoptado tras este revés judicial a su normativa, vigente desde el 2009, aprobada por unanimidad de los grupos políticos y utilizada incluso, en su día, por la Dirección General de Tráfico (DGT) para la elaboración del nuevo reglamento de circulación, del que ya hay decidido un borrador, pero solo en el papel, ya que ni siquiera está aprobada definitivamente la futura Ley de Tráfico con la que desarrollarlo y darle luz verde. Una tramitación que puede demorarse varios meses, mientras que la sentencia podría hacerse efectiva "en un mes y medio", estimó Dueso.

Por eso urgió la necesidad de ponerse a trabajar en "cómo aplicar esta sentencia". Y lo hará en tres comisiones de trabajo distintas: una técnica, otra jurídica y otra, a petición de CHA, política. Para preparar los informes con los que interpretar lo que ordena el Alto Tribunal para un limbo normativo que se avecina, por plazos, más que seguro, y en el que la propia Dueso auguró "dificultades". Y que podrían acarrear coste económico para el consistorio. Porque "si hay que borrar el carril bici de Independencia o indemnizar alguna concesión de alquiler de bicis en los parques porque está prohibido, conlleva un gasto".

"Tenemos una sentencia que dice una cosa pero también un reglamento que no contempla esta sentencia y que dice lo contrario", advirtió Dueso, ya que no quiere adoptar decidiones a las que después haya que dar marcha atrás.