Las precipitaciones de nieve que afectan a las provincias de Teruel y Castellón han obligado a prohibir la circulación de camiones y vehículos articulados en la A-23 en un tramo de casi 39 kilómetros entre la capital turolense y Santa Eulalia.

En concreto, la nieve dificulta la circulación entre los kilómetros 105 y 144,3 de la A-23 en dicho término municipal, informa la Dirección General de Tráfico en su página web.

También están afectadas la N-330 entre los kilómetros 301,9 y 274,4 entre Teruel y Libros, así como la N-420 de la capital turolense a Utrillas, entre los kilómetros 581 y 652.

En la provincia turolense está cerrada la A-231 en Valderrobres en los kilómetros 12 a 25, mientras que en la N-232, que en la provincia de Castellón en Morella está cerrada, hay cadenas entre Valdealgorfa y Monroyo en los kilómetros 119 a 84.

En la N-211 también es necesario circular con cadenas de Montalban a Gargallo, del kilómetro 168 al 193.

Otros tramos viarios afectados por las cadenas en tierras turolenses están localizados en la A-1510 en Alfambra, del kilómetro 1 al 23; la A-2515 en Cella, del kilómetro 5 al 28, y la A-1512 en Gea de Albarracín, del kilómetro 11 al 44.

Por otro lado, también siguen afectadas por las adversas condiciones meteorológicas varias carreteras de la red viaria en el Pirineo oscense, con algunos tramos cerrados, como la A-135 en Broto del kilómetro 4,5 al 10, la N-330a en la frontera francesa del Somport y la A-136 de Formigal a la frontera del Portalet, entre los kilómetros 26,5 y 27.

Con prohibición para la circulación de autobuses, camiones y articulados, además de la obligatoriedad de usar cadenas o neumáticos de invierno, están la A-136 de Formigal a la frontera francesa, en los kilómetros 24 a 26,5; la A-2606 de Panticosa al Balneario, en los kilómetros 4 a 10, y en la A-135 en Broto, de los kilómetros 4,5 a 10.