Aragón ya ha aprobado la ley por la que los circos con animales silvestres quedan proscritos en la comunidad, con el apoyo del PSOE, Podemos y el Grupo Mixto. No así la presencia de bestias domésticas, pues aunque el PAR y Ciudadanos abogaban por prohibirlos del todo, no consiguieron el apoyo suficiente para este punto. El PP, por su parte, era partidario de que todo siguiera igual, pues ven en esta modificación una «puerta abierta» para una futura prohibición de los toros, según expuso el diputado Ramón Celma.

La postura del PP fue minoritaria, y finalmente serán solo las fieras las que no puedan formar parte de los circos que ofrezcan espectáculos en la comunidad.

La modificación de la Ley de Protección Animal del 2003, como recordó el consejero de Medio Ambiente, Joaquín Olona, al presentarla, es una antigua reivindicación que responde a una nueva «sensibilidad social» con el bienestar animal.

Según el consejero, era «urgente» (relativamente, ya que lleva un par de años de tramitación) reformar la norma para prohibir los circos con animales «silvestres», cuyo cautiverio en espacios reducidos y su entrenamiento para el circo causa «comportamientos antinaturales» en las fieras, según han determinado los veterinarios, expuso Olona.

Por contra, en cuanto a los animales domésticos no hay tanto respaldo de los expertos veterinarios ni consenso en la Unión Europea, por lo que, aun cuando el consejero no descartó una futura reforma que también prohiba su uso, no la han aprobado de momento.

FALTA GRAVE

La presencia de animales salvajes en los circos será considerada una falta grave, por lo que, según el régimen disciplinario de la ley, conllevará una sanción de entre 600 y 6.000 euros.

Salvo el PP, los grupos en general mostraron su apoyo a la modificación legal, como mucho criticaron que se quede corta.

Así, Carmen Martínez, por parte del Grupo Mixto (CHA-IU), recordó que el tema ya se debatió en el 2017 a raíz de una proposición no de ley de su grupo -de Izquierda Unida, presentada por Patricia Luquin- y yha se mostraron a favor, y Nacho Escartín, de Podemos, llegó a situar a Aragón como «punta de lanza» de la protección animal, si bien él mismo recordó que es la séptima comunidad que adopta una ley parecida. El líder de la formación morada en Aragón dio un tirón de orejas al Gobierno por tardar dos años en cambiar un artículo, y aunque estuvo en sintonía con el consejero Olona en cuanto a no equiparar animales silvestres y domésticos, apoyó las enmiendas de Ciudadanos y el PAR para incluirlos. Pero estas no salieron adelante al no apoyarlas el PSOE porque, según el diputado Herminio Sancho, no se querían mover «ni un ápice» del acuerdo que alcanzaron con asociaciones como Infocirco o Bienestar Animal.

Tanto Ramiro Domínguez, de Ciudadanos, como María Herrero, por parte del PAR, lamentaron que la modificación «se quede corta» y pusieron en duda la diferenciación con los domésticos, por lo que se abstuvieron en la moción.

El único que mostró su absoluto rechazo a la misma fue el PP, para el que el verdadero objetivo de la modificación legal es «abrir la puerta a prohibir las corridas de toros», algo de lo que el diputado Ramón Celma abominó por hay que respetar el espectáculo, «como un cuadro o una película», y pensar en la cantidad de ganaderos y cuadrillas que dependen del sector. «Mal haremos si nos ponemos en la piel de los animales y no de las personas», expuso el popular.