La junta directiva de la asociación de propietarios de la Casa Azul de Calatayud se reunirán la próxima semana para debatir el derribo de este edificio de cinco plantas, con 52 viviendas, arruinado por una gran sima y desalojado de urgencia el pasado 10 de noviembre. En ese encuentro, los vecinos estudiarán a qué empresa adjudican la demolición de la vivienda y el coste de la nueva edificiación. El proyecto de demolición fue presentado ante el consistorio bilbilitano hace unos días y ha obtenido licencia municipal para que se ejecute.

El ingeniero que ha proyectado el derribo, Ignacio Bueno, destacó en declaraciones a Efe la complejidad técnica de esta demolición, cuyo plazo de ejecución es de cuatro meses.

El presupuesto máximo que figura en el proyecto se aproxima a un millón de euros y las obras se realizarán con grandes máquinas que permitirán ir derribando el edificio planta por planta.

Los trabajadores sólo entrarán en el inmueble para retirar los puntales que recorren todo el edificio y que deben recuperarse porque están en alquiler y su valor es considerable.

Pero los operarios accederán de forma limitada, permanentemente controlada y sólo después de que las máquinas hayan actuado previamente desde el exterior.