El equipo de arquitectos no se limita al Casco Histórico, sino que da un salto al distrito Centro y plantea crear nuevos itinerarios verdes aprovechando que existen avenidas pendientes de remodelación. Así, propone convertir en paseos ajardinados la calle Asalto, el paseo de la Mina, el de Pamplona o el de María Agustín. Estas vías, junto con los parques existentes y las riberas del Ebro y del Huerva, formarían parte de un gran anillo verde que rodearía todo el Casco. Entre los objetivos, los autores del estudio destacan precisamente convertir el centro histórico en un barrio neutro en carbono y ejemplo de sostenibilidad. A este reto contribuiría notablemente la reducción del tráfico privado mediante la peatonalización de calles y plazas de la zona.