Un año después, a falta de un día, de la primera gran movilización popular contra la guerra de Irak en todo el mundo, la protesta por un conflicto que todavía no ha sido solucionado ha vuelto de nuevo a las calles de Zaragoza. Convocadas por la Asamblea Ciudadana contra la Guerra, alrededor de 300 personas se concentraron entre las seis de la tarde y las nueve de la noche de ayer en la plaza de España para exigir el "regreso inmediato" de las tropas estacionadas en el país árabe.

Al igual que en la multitudinaria manifestación del 15 de febrero del 2002, los asistentes al acto de ayer se reunieron bajo una pancarta con el lema No a la guerra. No más sangre por petróleo .

Aprovechando la concentración, la Asamblea Ciudadana contra la Guerra inició una recogida de firmas para exigir la retirada de todas las tropas extranjeras estacionadas en el país árabe.

"Pedimos que se retiren todas las tropas de ocupación, no sólo las españolas", precisó Chema Ballestín, responsable de la Asamblea. "Es necesario que los soldados españoles destacados en Irak regresen cuanto antes, porque no pintan nada allí y además corren el riesgo de morir", subrayó Ballestín. "Y si eso sucede, que nadie desea que suceda, la responsabilidad recaería sobre quien nos ha metido en este conflicto".

El acto, al que se adhirió Izquierda Unida, contó además con la presencia de políticos de Chunta Aragonesista. El diputado José Antonio Labordeta, de esta formación, había asegurado su asistencia.