Zaragoza Decenas de personas acudieron ayer a las puertas del edificio Pignatelli, sede del Gobierno de Aragón, para manifestar, como rezaba en su pancarta, que lo que impulsa el Partido Popular con la nueva Ley de la Función Pública "no son reformas, son recortes". Un mensaje que acompañaba al rechazo al "desmantelamiento" de los servicios públicos tantas veces criticado. Los empleados públicos están citados a una nueva protesta el próximo martes en la Delegación del Gobierno en Aragón y subdelegaciones.