Juntar todos los elementos necesarios para una vuelta segura al trabajo no es solo una cuestión sanitaria, sino también de competitividad. Hallar el equilibrio entre prevención y productividad ha sido el principal reto de las empresas desde la llegada del virus. No ahorrar gastos para evitar contagios de coronavirus es donde coinciden patronales y sindicatos.

INVERSIÓN

Materiales homologados

El uso de mascarillas y otros elementos de protección en los centros de trabajo es algo nuevo para muchos trabajadores. Así como en la obra o en la industria alimentaria es algo que la gente del gremio ya está acostrumbrada, en las oficinas es algo novedoso. Los expertos no solo recalcan la necesidad de usar los denominados EPIs, sino que estos deben estar perfectamente homologados y en buen estado.

«Muchas empresas dan mascarillas, pero no homologadas. O pantallas de protección de un material que no es el adecuado. Esto es muy peligroso, porque da una sensación de falsa seguridad», señalan desde el área de política sindical de UGT. «No vale todo. El regreso a las oficinas debe ser seguro», añaden.

ORGANIZACIÓN

Grupos y turnos de trabajo fijos

Los expertos apuestan por grupos de convivencia estable en el trabajo que permitan detectar y rastrear rápidamente posibles contagios. Esto hace más fácil aislar a los afectados si fuera necesario y minimizar el riesgo de tener que paralizar toda la actividad del centro de trabajo si hubiera un positivo.

La combinación de teletrabajo y unos días de jornada presencial también es una fórmula que están implementando muchas empresas para mantener las dinámicas de grupo, sin elevar los riesgos de contagio. «La pandemia le está exigiendo a la organización de las empresas que evolucionen», dicen desde Aepsal.

INFRAESTRUCTURA

Reformar las vías de acceso

La infraestructura del centro de trabajo requiere reformas para adaptarse a las exigencias sanitarias del coronavirus. Varias son las medidas recomendadas desde el gremio de técnicos de prevención de riesgos laborales. Una de ellas es reforzar la ventilación de la empresa, pues este elemento no depende de la implicación individual de los trabajadores en minimizar contagios.

Suprimir todo elemento que requiera contacto es otro de los consejos. Los tornos, el fichaje con huella dactilar o las zonas comunes, como la máquina de café, son potenciales de contagio.

SUBCONTRATAS

Igual precaución para los extrenos

En un centro de trabajo no solo transitan los empleados de dicha empresa, sino que también pueden tener contacto personal de subcontratas o visitantes, como mensajeros o clientes. Estos deben seguir los mismos protocolos y exigencias sanitarias que los empleados de la empresa principal y es responsabilidad ultima que cumplan con ello.

PREVISIÓN

Un esquema que proteja a todos

«El trabajador desde el momento que pone el primer pie en la empresa tiene que notar que hay algo diferente», explican desde las organizaciones empresariales. No es solo importante que se trabajen bien los protocolos, sino que los trabajadores deben percibir que hay un esquema que protege su salud. Para reforzar esa sensación de control por parte de la empresa, es recomendable realizar formaciones a la plantilla para transmitir los protocolos existentes.

Estos protocolos deben ser claros, simples (en la medida de lo posible) y deben tener unos referentes y responsables indentificados. También es fundamental para su funcionamiento que lo revisen periódicamente los responsables de recursos humanos. «De nada sirve invertir mucho en un protocolo si nadie vela por se cumplimiento», señalan desde la asociación Aepsal.