La provinca de Teruel es la última de España en número de examinadores de tráfico. Posee en la actualidad solo dos, frente a los cuatro que había en el 2011. Así lo puso ayer de manifiesto una respuesta del Ejecutivo al diputado socialista Miguel Ángel Heredia, quien se interesó por este colectivo debido a que lleva dos semanas con huelgas intermitentes para reclamar el pago de complementos que compensen sus horarios y la peligrosidad de su actividad.

En el caso de Zaragoza, su número es de 13, uno menos que hace seis años. Con respecto a Huesca, ejercen este trabajo seis personas, una cantidad que se mantiene estable desde principios de esta década.

En este supuesto, como en tantos otros, el escaso número de examinadores que ejercen en Teruel demuestra que la provincia está desatendida por los poderes públicos, dado que estos trabajadores tienen la condición de funcionarios.

Esta situación supone un gran sobreesfuerzo a los examinadores turolenses, que deben desplazarse por toda la provincia para examinar a las personas que desean obtener el carnet de conducir. Asimismo, el número de localidades que realizan las pruebas es igualmente reducido.

Desde mediados de junio, los profesionales de Tráfico realizan paros totales los lunes, martes y miércoles. Su idea es prolongar esta medida incluso durante el mes de julio, a la espera de que la Dirección General de Tráfico abone los complementos acordados. Los examinadores se quejan de que trabajan más horas que quienes hacen labor de oficina y de que su actividad entraña un mayor riesgo físico, lo que no se refleja en el sueldo.