La provincia de Teruel recupera poco a poco la normalidad tras las intensas lluvias caídas en la jornada de ayer y las crecidas de los ríos que cortaron algunas carreteras, dejaron aisladas a una treintena de personas en Olba y obligaron a rescatar a otras tres que habían quedado atrapadas en sus vehículos.

Tan solo un carril de la N-420 a su paso por Escucha permanece cortado a la circulación, en sentido decreciente, después de que un desprendimiento de rocas en el túnel de San Just a causa de las fuertes lluvias obligase a cerrar al tráfico en ambos sentidos, han informado a EFE fuentes del Centro de Gestión de Tráfico.

Se han abierto ya las carreteras secundarias que también permanecían cortadas al tráfico debido a las inundaciones, como la TE-V-6012 en Riodeva, la A-2403 en Aliaga o la A-1508 en Navarrete.