Las consejería de Economía y de Fomento y Medio Ambiente de Castilla y León avalaron ayer el respaldo de la Junta al proyecto de la empresa Magna para construir la mina de magnesitas más grande de Europa pendiente de un informe de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) que reclamó el Gobierno de Aragón.

La petición de este documento desde el Ejecutivo autonómico se encargó para estudiar las posibles afecciones de la explotación minera a los pueblos aragoneses que se abastecen del río Manubles, que nace en la sierra del Tablado, espacio donde se encuentra este yacimiento de magnesita.

Desde la consejería de Castilla León valoran "muy positivamente" el proyecto desde el punto de vista económico y social ya que, aseguran, la solución a esta crisis severa está en proyectos empresariales como la mina de Borobia.

La inversión alcanza los 35 millones de euros a lo largo de la vida de la mina, con la creación de 85 puestos de trabajo directos y hasta mil indirectos, entre la propia mina, la fábrica, el desarrollo tecnológico y toda la actividad generada en su entorno. La magnesita es un mineral calificado por la Unión Europea (UE) como estratégico y Castilla y León tiene una gran capacidad en minerales. La extracción anual prevista es de 250.000 toneladas durante 33 años.