Expo Zaragoza 2008 ha promovido , con la colaboración de la iniciativa privada, la construcción de 1.031 viviendas en cuatro barrios de la ciudad para acoger durante los tres meses del evento internacional (del 14 de junio al 14 de septiembre de 2008) a alrededor de 4.126 trabajadores de los diferentes países y comunidades autónomas participantes.

El alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, acompañado del director de Contenidos de Expo Zaragoza, Jerónimo Blasco, visitó hoy las obras de uno de estos edificios, situado en la avenida de Ranillas y destinado a los comisarios, que consta de 112 viviendas con una capacidad para 448 camas y que estará concluido en marzo del próximo año, según dijo el arquitecto del edificio, Basilio Tobías. En el entorno de Vía Hispanidad se ubica el proyecto Aragonia, diseñado por Rafael Moneo y que incluye 132 viviendas también para comisarios, mientras que en Valdespartera y en Parque Goya se habilitarán 596 y 191 viviendas, respectivamente, para trabajadores de los pabellones de los países y comunidades autónomas participantes.

Los alquileres de las viviendas (que oscilan entre los 44 y los 140 metros cuadrados con predominio de las viviendas de tipo medio, de 70 u 80 metros) van desde 430 a 1.932 euros al mes.

En el precio del alquiler están incluidos, en todos los casos, servicios de conserjería, limpieza de zonas comunes, recogida de basura, reposición de material de mantenimiento y la atención al cliente, a quien se ofrece un servicio de alquiler de muebles, por módulos o piezas, en tres líneas de calidades: estándar, moderna y ejecutiva.

Una vez finalizada la Exposición Internacional, saldrán al mercado como viviendas libres (las de Ranillas y Aragonia) o bien se entregarán a los adjudicatarios de vivienda protegida, de alquiler en el caso de los bloques de Valdespartera.

Belloch, tras la visita al edificio de la avenida de Ranillas, alabó el proyecto Villa Expo y el método elegido porque, dijo, "no cuesta ni un duro a las administraciones", no genera ningún perjuicio a los futuros compradores, habiéndose incluso agilizado el plazo de ejecución de los edificios, e incluye ventajas fiscales para los promotores.

Supone un ejemplo de los buenos frutos que da la cooperación de lo público y lo privado, clave también del éxito de la Expo, según el alcalde.

Por su parte, Blasco destacó que el edificio de la avenida de Ranillas es una muestra más de que la ciudad "deja de dar la espalda al Ebro".

El edificio, de 140 metros de fachada, discurre paralelo al Ebro, por la avenida de Ranillas, y desde sus viviendas se tiene una vista privilegiada de las torres de la ciudad y de algunos de sus monumentos emblemáticos.

Blasco también dijo que la decisión de construir viviendas para los trabajadores responde a la necesidad de dejar libres para los turistas las plazas hoteleras, de las que Zaragoza dispone 6.000 en la actualidad, con la previsión de llegar a 10.000 cuando se abra la exposición.

Las posibilidades de alojamiento para los turistas se completarán con los acuerdos firmados ya con la Universidad de Zaragoza, con la Iglesia y con las que ofrezca el futuro cámping de la ciudad, mientras que se ultiman los detalles de un programa de alojamiento y desayuno en casas particulares de ciudadanos, hasta llegar a las 25.000 plazas que se estima serán necesarias.

Las soluciones para los trabajadores y los campamentos provisionales, agregó, no perjudican a los hoteleros, porque son soluciones que desaparecerán, mientras que los hoteles que se construyen son "los que ha querido hacer el mercado".