La imagen ha dado la vuelta al mundo y sirvió para arrancar una sonrisa en las primeras horas de aislamiento, cuando la magnitud del drama de la crisis sanitaria y de lo que estaba por venir tan solo era un augurio basado en frías estadísticas que solamente generaban preocupación.

Esa imagen es la de un hombre vestido con ropa deportiva, sobre la azotea verde del patio de una urbanización sevillana, que ameniza las primeras horas de prohibición de salir de casa haciendo gimnasia para que sus vecinos puedan ejercitar los músculos. El vídeo, colgado en las redes sociales, supera el millón de visualizaciones y la actitud de ese monitor espontáneo ha sido digna del elogio del propio director general de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus y aplaudida por miles de personas, entre ellas actores de Hollywood como Will Smith.

El autor de esa improvisada clase de fitness se llama Gonzalo García Broto, un zaragozano al que el amor le llevó al sur en noviembre del 2007. García Broto siempre ha tenido un profundo sentido solidario, el mismo que le llevó a Nicaragua para participar en un proyecto de cooperación durante todo un año. Allí conoció a una sevillana que actualmente es su mujer. Gonzalo trabaja como terapeuta en Proyecto Hombre y, al ser un “absoluto fan del deporte”, acaba de montar junto a tres socios el gimnasio Sano Sevilla Los Bermejales. El estado de alarma ha interrumpido abruptamente su proyecto y la instalación se encuentra cerrada por causa mayor al mes de abrirse.

Gonzalo García Broto. El zaragozano que, sin pretenderlo, se ha hecho viral.

Gonzalo no podía imaginar la repercusión que tendría esa sesión de gimnasia, secundada por la gran mayoría de las 123 familias con las que comparte urbanización en el municipio sevillano de Mairena del Aljarafe cuando se le ocurrió la idea. Ocurrió mientras realizaba su ejercicio físico diario por las calles de esta ciudad. “Estaba corriendo y dándole vueltas pensando cómo podría ayudar yo a mis vecinos para hacer más llevadera la situación y distraerles un poco. El presidente del Gobierno había anunciado que en pocas horas se iba a producir el aislamiento y yo quería aportar algo. Al llegar al boulevard, se me ocurrió esta idea, y la propuse en el grupo de Whatsapp de los vecinos, nos llevamos muy bien entre todos”. Y ahí surgió la instantánea que se ha hecho célebre. La de un hombre haciendo unas series de gimnasia en el patio común mientras varias personas le siguen desde las terrazas. La iniciativa se repitió el domingo, esta vez con todos los propietarios de la urbanización imitando las tablas dictadas por este zaragozano. “Me sorprendió la implicación de los vecinos, y me siento satisfecho si ha podido servir de ejemplo para que la gente pueda despreocuparse por un rato de este grave problema y tenga en cuenta la importancia que tiene el deporte en nuestra vida, porque tiene muchos beneficios y se puede practicar a cualquier edad y en cualquier situación, solo hay que adaptarlo a las circunstancia de cada uno, además, fomenta unos valores que también son muy beneficiosos y conecta a las personas”.

Gonzalo sigue diariamente con esta rutina, que ha sido copiada por centenares de comunidades que sobrellevan de este modo el aislamiento y la preocupación de una situación tan extrema. Eso sí, desde el domingo las sesiones las hace en el interior de su domicilio, no en el patio, para respetar al máximo las directrices de las autoridades sanitarias. Las retransmite por 'streaming' y siguen teniendo una elevada audiencia entre el vecindario. “Hay que respetar al máximo lo que nos están diciendo y no se puede salir ni al patio común, y eso hay que cumplirlo por el bien de todos”, indica Gonzalo, quien hace hincapié en su segundo apellido, Broto, “muy aragonés”. De hecho, este zaragozano que al hablar ya tiene cierto deje andaluz, no olvida su lugar de origen, al que acude con frecuencia y donde residen sus padres. “Siempre que puedo, visito a Zaragoza, y me gusta presumir de donde vengo y mantener siempre la cercanía con mi tierra”.

Su gesto, inocente, altruista, ha alcanzado en un mundo globalizado para lo bueno y para lo malo unas dimensiones mayúsculas. Todavía se siente abrumado por la multitud de entrevistas que le hacen y el interés que ha suscitado su gesto más allá del océano. En los últimos días le han llamado de medios como la NBC, US Today, emisoras argentinas, nacionales… Pero admite que le hace especial ilusión ser protagonista, por vez primera, en un medio de comunicación aragonés.

El espíritu comunitario de la zona residencial en la que vive es muy profundo, como demuestra que tras la iniciativa de Gonzalo García Broto, otro propietario propusiera jugar un bingo entre todos los miembros de la comunidad, que también fue grabado y que también se ha convertido en un fenómeno social. A muchos les ha sacado una sonrisa en tiempos de tensión e incertidumbre. “Nos llevamos muy bien y estas actividades nos permiten estar unidos. Es muy importante que la gente salga de la rutina en la medida que pueda”.

El ejemplo de esta comunidad sevillana ha sido seguido por otras. También en Zaragoza, donde empieza a ser frecuente que los vecinos amenicen las tardes organizando actividades conjuntas para tratar de distraerse, sobre todo en aquellas donde hay niños. En barrios como Valdespartera, Arcosur o Parque Goya estas iniciativas empiezan a hacerse populares.

En cualquier caso, Gonzalo García Broto recalca: “No me considero ningún héroe sino una persona con iniciativa que ha querido despertado un sentimiento de emoción y esperanza a través del deporte. Héroes son el personal sanitario de cada uno de los hospitales del mundo que están salvando vidas y arriesgando las suyas”.