Las pruebas de movimiento de las partículas contaminadas de lindano se repetirán la próxima primavera en la antigua planta de Inquinosa, situada en la localidad oscense de Sabiñánigo. Los datos que se tienen hasta ahora, recogidos en pasado 13 de diciembre, no han sido suficientes para determinar las sustancias que las infectan.

La prueba consistirá en verificar, mediante una pala cargadora que produce polvo blanco, el movimiento del yeso. Se trata de saber, con un experimento controlado y a pequeña escala, qué podrá pasar en realidad cuando se proceda a la demolición de la antigua fábrica.

Este punto, junto a los vertederos de Bailín y Sardas, es uno de los que contiene mayor índice de restos de insecticida. El objetivo es acabar con estos focos de contaminación, pero para ello hay que cerciorarse antes de que los movimientos de tierras y escombros a que dará lugar la operación no supondrán un peligro para los trabajadores ni para la población.