Dos semanas de vacaciones. Para fijar la tercera habrá que esperar. El covid-19 ha hecho saltar por los aires la planificación de la planta de Opel PSA en Figueruelas. La plantilla comienza a regresar poco a poco a sus puestos de trabajo y ayer entró un nuevo turno, por lo que ya son casi 2.000 los empleados que han retornado a la factoría. Ello ha hecho que los coches salgan de la línea de montaje con cuentagotas, puesto que esta semana se producirán 800 vehículos cada día frente a los 2.200 que se fabricaban antes de la pandemia. Y el descanso estival, que por estas fechas ya se conocía, sigue en el aire.

La incertidumbre sobre cómo evolucionará el virus y, por tanto, los pedidos hace que todo esté a expensas de la respuesta de los mercados a los que van destinados los modelos que se producen en Zaragoza (el Corsa, el Crossaland X y el C3 Aircross). El primero ha sido el protagonista del reinicio de la actividad en la factoría, mientras que los otros dos vehículos comenzarán a ensamblarse a partir del junio hasta que la normalidad vuelva de forma definitiva a la planta de Opel PSA.

La dirección de PSA mantuvo ayer un encuentro con los sindicatos en los que hizo un repaso al plan de recuperación de producción y propuso fijar dos semanas de vacaciones en agosto (del día 1 al 16). Respecto a la tercera, previsiblemente la última semana de julio, dio un plazo de un mes para determinar si se fija o no.

«No existe certeza sobre si esta semana será productiva finalmente o no», apuntaron fuentes de la multinacional. «Si se da el caso, tendremos que organizar esa tercera semana de la forma que más interese a la plantilla en función de qué líneas y turnos vayan a estar funcionando en esas fechas», apuntaron desde CCOO a través de un comunicado. El sindicato subrayó que se ve obligado a aceptar la propuesta por las «extraordinarias circunstancias» que se dan en España y en el sector industrial. Y reconoce que es una «incógnita» el volumen de pedidos que llegará.

También se acordó entre las partes modificar los días festivos del 24 de agosto, que se fija el 24 de diciembre, y el 4 de diciembre, que se fija el 31 de diciembre, lo que permite cerrar con los tres días restantes la semana de Navidad, si bien queda en espera a que se concrete la producción.

EMPLEOS PERDIDOS

La expansión del coronavirus en España y en Aragón ha provocado la pérdida de miles de puestos de trabajo. Solo en la comunidad, más de 20.000 trabajadores del automóvil se han visto afectados por un ERTE. En este contexto, CCOO recuerda la situación que vive el sector, cuyo máximo exponente es el anuncio de cierre de Nissan en Barcelona. «Muchos empleos se dan por perdidos y solo la producción permitirá en parte su recuperación, por lo que es aconsejable recuperar producción y empleo», señala el sindicato.

Pese a ello, la asignación de carga de trabajo y modelos para Figueruelas en los últimos años hace que los sindicatos sean optimistas. La situación en Zaragoza -pese a vivir «con preocupación» los anuncios de empresas como Nissan en España o Renault en Francia— es de «relativa tranquilidad» porque los acuerdos del pasado han dotado de unos niveles de producción a la factoría que permiten «incluso en estas circunstancias, una utilización de la planta razonable, a diferencia de otras plantas del grupo».

«El volumen y la importancia de la planta dentro de PSA nos hace escuchar con cierta indiferencia, la opinión de responsables económicos de Gobierno francés haciendo llamadas a una relocalización de la producción en Francia», indica CCOO.