La reunión mantenida ayer entre la comisión federal de listas del PSOE y los responsables del partido en Aragón se cerró sin acuerdo. Por tanto, el órgano nacional que da el visto bueno ha aplazado hasta el domingo su decisión sobre las candidaturas socialistas de Zaragoza y Teruel al Congreso y al Senado y al Ayuntamiento de la capital aragonesa después de oír a los dirigentes aragoneses que se desplazaron hasta la sede central del partido. Sin acuerdo, continúan las tensiones al no proponer el PSOE aragonés alternativas a varios nombres, como reclama la dirección nacional y la candidata a la alcaldía de la capital aragonesa, Pilar Alegría. Los primeros solicitan cambiar el cabeza de lista por Teruel, Ignacio Urquizu, y al número dos por la provincia de Zaragoza, Óscar Galeano. También reclaman la salida de Inés Ayala de los nombres de la lista a las elecciones europeas. Paralelamente, la negativa de Alegría a asumir íntegramente la candidatura aprobada para el ayuntamiento de la ciudad también ha generado un profundo malestar interno en el PSOE aragonés.

En la reunión participaron, entre otros, el secretario de organización del partido en la comunidad, Darío Villagrasa, la secretaria provincial en Teruel, Mayte Pérez, y el secretario provincial en Zaragoza y también presidente de la DPZ, Juan Antonio Sánchez Quero. Por parte de Ferraz, la mesa estaba presidida por José Luis Ábalos, secretario de organización del PSOE y ministro de Fomento. El ambiente fue cordial, pero por momentos también tenso al no ceder ninguna de las partes. En la reunión se escucharon todos los posicionamientos y ahora se tratará de llegar a un acuerdo consensuado. La dirección aragonesa asumirá lo que decida Ferraz, aunque intentará recolocar a las tres personas que quieren sacar de las listas desde Madrid en alguna candidatura, ya sea autonómica o municipal.

Asimismo, como Aragón no dio nombres para relevar a Urquizu, Galeano y Ayala, defenestrados por Ferraz, tendrá que ser desde Madrid donde se asuma la decisión de sus sustitutos en las respectivas candidaturas. Podrían ser sustituidos por Miguel Dalmau, Víctor Ruiz o Altamira Gonzalo. Estas personas fueron las cabezas más visibles, junto a Susana Sumelzo, de los apoyos que tuvo Pedro Sánchez en Aragón cuando este fue desbancado de la secretaría general el 1 de octubre de 2016. Todos ellos se desmarcaron de la posición mayoritaria del PSOE en Aragón. Aunque la dirección de Huesca también fue muy crítica con Sánchez, estos han mejorado sus relaciones hasta el extremo de que las listas de esta provincia no sufrirán ninguna purga desde Madrid. De hecho, ayer no asistió ningún dirigente altoaragonés a la cumbre.

Horas antes de la reunión, el secretario general del PSOE aragonés y presidente de Aragón, Javier Lambán, se mostró convencido de que queden como queden las listas, su partido saldrá fortalecido «como un piña». Lambán negó que estas discrepancias hayan abierto una brecha en el partido, que tiene la «sana costumbre» de resolver la elaboración de listas por procedimientos democráticos, generando situaciones de «estrés» de las que el PSOE «nunca sale debilitado, sino fortalecido», mientras otras fuerzas no tienen este tipo de problemas porque «un señor en Madrid dice quienes están en las listas».

También fue conciliador el secretario de organización, Darío Villagrasa, al término de la reunión. Defendió que las listas aprobadas en Aragón recogen las «propuestas hechas por la militancia y las tres federaciones provinciales». Según señaló, tanto él como el secretario provincial de Zaragoza, Juan Antonio Sánchez, y la de Teruel, Mayte Pérez, hicieron una «defensa de los perfiles idóneos de enorme valor y talento» de sus candidatos. «Estamos seguros de que las listas en cualquier ámbito llevarán talento y capacidad», señaló, al tiempo que tendió «la mano» para el acuerdo.