La necesidad de desmarcarse unos de otros está llevando a la izquierda a una curiosa pugna en el debate dialéctico por asuntos que llegan a compartir casi en su totalidad. Y ayer, en el estreno de Felipe VI presidiendo el salón de plenos, la república y el referendo volvieron a sobrevolar el escenario de debate. Con una moción más blanda que en el anterior, o menos incisiva, buscando un acuerdo amplio, recogiendo incluso el mismo texto que el PSOE trasladó recientemente en las Cortes para no escaparse en una coma o un punto mal puesto. Pero hasta así, y con el respaldo ya ganado de antemano de CHA, la izquierda volvió a mostrar sus diferencias o esa obligación de no ser lo mismo. A pesar de que, en la cuestión de fondo, sus 16 votos fueron mayoría para que Zaragoza pida una urgente reforma constitucional.

"Bienvenidos a la reforma constitucional", resaltó el portavoz socialista, Carlos Pérez Anadón, quien hizo especial hincapié en que la música que ayer trasladó IU al salón de plenos la compuso y escribió su partido para el debate en las Cortes. Porque conseguir el voto socialista obligaba a rebajar las pretensiones de un referéndum para que la sociedad opine si debería cambiar el modelo de Estado por el de la república, en contra de la sucesión monárquica.

Pero tenerlo era insuficiente para Chunta, que quiso transaccionar el texto para introducir el concepto de la identidad nacionalista de los pueblos, e IU no se conformaba con que le enmendaran su texto y quiso corregir lo corregido para hacerlo más suyo. Conclusión: a la hora de votar nadie sabía qué se votaba. Un jaleo que ahondaba en la crítica de Pérez Anadón a sus socios de la izquierda en respuesta a Pablo Muñoz, de IU, sobre lo que pide la ciudadanía a los políticos: "Nos demanda dejar de estar buscando cómo diferenciarnos para no se sabe cómo obtener un voto más". "Ya sé que están deseando saber qué les está diciendo la sociedad", le replicó por su caída electoral.

Y con el PP de espectador, el concejal Fernando Ledesma, achacó el rifirrafe al "efecto Podemos", una discusión que les dejaba a ellos, dijo, como "la única opción de seguir progresando sin revoluciones".