Ni PSOE ni CHA están dispuestos a negociar las ordenanzas fiscales del 2019 salvo que el Gobierno de Zaragoza decida «devolver la normalidad democrática» al consistorio, en referencia al golpe de mano que el alcalde, Pedro Santisteve, dio en las sociedades expulsando a los grupos de la oposición. El área de Economía ya está trabajando en una propuesta que pasa por una bajada generalizada del IBI y mantener el de los garajes. Su objetivo pasa por aprobarlas a principios de septiembre.

El clima que se vive en el ayuntamiento desde el pasado 9 de febrero, cuando Santisteve decidió tomar el control de las sociedades, no es el mejor para debatir sobre ningún tema. De hecho, esto es lo que ha pasado desde entonces, por eso desde el PSOE y CHA no entienden por qué el concejal de Economía, Fernando Rivarés, anuncia ahora que quiere iniciar las negociaciones de las ordenanzas, cuando ambas formaciones -también PP y Cs- ya le han advertido en reiteradas ocasiones que o les readmite en los consejos de administración o no mantendrán ningún encuentro. «Iremos a pelo», dijo el portavoz de CHA, Carmelo Asensio, en la última comisión de Economía. Es decir, que ZeC tendrá que someter a votación su propuesta fiscal sin tener asegurados los votos.

Sobre la mesa se encuentra una bajada del IBI a todos los hogares. Se traduciría en aminorar el tipo impositivo en más del 6%, la bajada que amortiguaría la subida que, si no hay acuerdo, se producirá, en la misma proporción. Es decir, si la izquierda llega a un pacto bajará el recibo -en torno a un 1% o 2%- y, si no, automáticamente subirá un 5% o un 6%. Para bajar el IBI a todos los hogares habrá que mantener el impuesto en el caso de los garajes comunitarios y de las grandes empresas. El denominado uso almacén que grava a aquellos estacionamientos con un valor superior al millón de euros.