El grupo municipal socialista en el Ayuntamiento de Fraga ha denunciado que el equipo de gobierno municipal «ha escondido» que el proyecto de restauración y protección del pozo de hielo existente en el Cegonyer, en el centro de la localidad, obliga a trasladar «definitivamente el mercadillo semanal a otra ubicación». El plan urbanístico afecta además al entorno de esa parte de la ciudad. Además, apuntan los socialistas, será preciso trasladar a otro sitio la estatua de La fragatina, muy vinculada a la historia y las tradiciones locales.

El PSOE señala que estos cambios se deducen de la memoria que acompaña el proyecto manejado por el Partido Popular, que gobierna en minoría.

A estos dos cambios, continúa la oposición socialista, «hay que sumar la reducción de plazas de aparcamiento al peatonalizar buena parte del paseo Barrón y la plaza de España». Ello obligará, aseguran, a eliminar también espacios para vehículos de la calle Santa Quiteria, que deberá hacerse «más ancha» para absorber buena parte del tráfico rodado que ahora soporta el Cegonyer, «pieza clave como distribuidor de circulación para acceder al casco histórico y preservar la seguridad de los peatones».

Para el PSOE, el proyecto está ya prácticamente aprobado pese a las declaraciones a los medios de comunicación de la alcaldesa, Carmen Costa, que aseguró que se estudiarían las propuestas de los vecinos. Sin embargo, la oposición socialista mantiene que el proyecto se encuentra todavía en exposición pública hasta el día 22 de enero y que puede haber vecinos que impugnen los planes municipales.

"Sin contar con los ciudadanos"

Los socialistas dicen que se trata de «una nueva demostración de autoritarismo y de oscurantismo con el que actúa la alcaldesa». Con su actitud, opinan, « ha demostrado, una vez más, que no se ha querido contar con los ciudadanos, ni con los vecinos de la zona, ni tampoco con los grupos de la oposición».

Para ellos es «una forma de actuar que hace que no se tengan en cuenta sensibilidades como el impacto económico, al suprimir el mercadillo semanal, para el cada vez más reducido tejido comercial y hostelero del paseo». El proyecto salió a exposición pública en plena Navidad, por un periodo de 15 días y con el arquitecto al que se atribuye su redacción de vacaciones, «interrumpidas por el revuelo que se ha armado».