La Comisión de Economía que se celebra hoy en el Ayuntamiento de Zaragoza confirmará, salvo sorpresa mayúscula de última hora, la reedición del pacto alcanzado en las Cortes para reformar el impuesto de Sucesiones en un tributo municipal como el de la plusvalía. El pacto alcanzado entre los partidos de derechas, PP y Ciudadanos (Cs), con el PSOE en el consistorio se traducirá en el principal (y casi único) acuerdo en materia económica en el último año de mandato. Y coincidirá, en la misma sesión, con el debate sobre la crisis abierta entre los socialistas y el Gobierno de Zaragoza en Común (ZeC) acerca de las discrepancias contables que mantienen a la quinta ciudad de España sin presupuesto aprobado para este año, a tres meses de las elecciones, y sin negociación que lo posibilite.

En términos cuantitativos, el acuerdo de reforma del impuesto de plusvalía le otorga una importante victoria al PP municipal, que de la mano de su concejala María Navarro, ha conseguido sumar una mayoría suficiente de la que se quedan fuera ZeC y CHA, muy críticos con la posición de los socialistas al respecto.

No tanto por «echarse en brazos de la derecha» para alcanzar un acuerdo de este calado sino por las consecuencias que este pacto tiene para las arcas municipales y el número de beneficiarios a los que va dirigida. Lo primero, según los cálculos hechos desde el área de Economía, se traducirá en renunciar a «entre 5 y 6 millones de euros» de ingresos anuales en la recaudación de un tributo que en el 2017 reportó 66,8 millones y el año pasado 11,2 menos, 55,63 en total.

Respecto a los beneficiarios, tanto CHA como ZeC le afean al PSOE que rompa la sintonía mostrada por la izquierda en los últimos años. Habían logrado elevar el número de recibos bonificados a 10.887 el año pasado, permitiendo descuentos del 95% a las herencias de la vivienda habitual con una limitación en el valor catastral de 150.000 euros. Esta barrera ahora se eliminará, y permitirá alcanzar esa bonificación a una minoría -342 el año pasado- que proporcionan 3,2 millones al año, por ser los inmuebles más caros de la ciudad.