La negociación del presupuesto de Zaragoza seguirá en el mismo punto que hasta ahora mientras el Ministerio de Hacienda y la Intervención General de la Administración del Estado (IGAE) no valide la cifra de 84,75 millones de euros que, tal y como adelantó ayer EL PERIÓDICO, el ayuntamiento está dispuesto computar en sus finanzas de los más de 200 de la deuda del tranvía. El PSOE municipal no discute el informe elaborado por la Unidad Central de Contabilidad y Tesorería del consistorio pero sí las estimaciones sobre a cuánto ascendería la deuda viva actual de la ciudad, que Zaragoza en Común (ZeC) confirma que sería «del 101%» y para el socialista Javier Trívez ascendería a «un 111%».

La diferencia es vital para sentarse a hablar de las cuentas de este año, ya que la primera, la que defiende el Gobierno municipal, levantaría la prohibición impuesta por el Gobierno central el pasado mes de septiembre para captar nuevos créditos, imprescindible para contar con los 32,8 millones que incluye su borrador para acometer inversiones este año, y la segunda, la que cunatificó ayer Trívez, mantendría el veto del ministerio y convierte ese borrador de presupuesto en «un brindis al sol» y falto de «rigor». «Tiene que descansar en un pilar, que es que las cifras sean sustentadas por la realidad», defendió el edil socialista, que calificó de «carnaval de la mentira» la lectura que, minutos antes, corroboraba el responsable de las finanzas, Fernando Rivarés.

Por eso solicitó ayer mismo por escrito a la Unidad de Contabilidad y Tesorería una copia del informe elaborado sobre la deuda a computar del tranvía y otro a la Intervención municipal «para que ratifique la ratio de endeudamiento». Y, mientras tanto, su silla en la negociación presupuestaria seguirá vacía. Porque, insistió, «con esa cifra se sobrepasa el 110% si no se hace trampas al solitario».

Y si el interventor dice que no, esperar a que Madrid dé el visto bueno porque «podemos encontrarnos que hoy sean los servicios contables los que reconozcan que lo estamos superando», explicó el concejal socialista, para quien el «seudocomunicador» Rivarés siembra una «tela de araña» con estas cifras.

Para el responsable de ZeC, las dudas del PSOE sobre la deuda del tranvía son su «excusa» para no negociar y que espera su llamada tras este informe, porque «no hay otra matemática ni otra voluntad política» que pactar las cuentas del 2019 con los grupos de izquierda. Y aseguró que la semana que viene aprobará el Gobierno ese proyecto de presupuestos con las partidas ya pactadas con CHA pero no aclaró si, transcurrido el plazo para que la oposición presente enmiendas, lo llevará al pleno para votarlo. «Ya veremos», respondió a la pregunta si lo llevaría sin tener garantizado el apoyo, al tiempo que recordó que el presupuesto del Gobierno de Aragón hoy es «un papel en blanco» que Podemos e IU «ni siquiera pueden discutir». «Si la razón del PSOE era que no podemos recurrir a créditos bancarios, ahora ya no existe», remarcó Rivarés.

A su juicio, esos 84,7 millones de euros con los que computaría la deuda del tranvía en la contabilidad, elevarían la deuda viva actual en ese 101% y es una buena noticia, e instó al PSOE a no «dejar colgada a toda la ciudad» por su «interés electoral».