La reforma de la Ley del Poder Judicial se trasladó al pleno del Congreso el 25 de noviembre y no salió adelante porque faltaban 56 diputados, 18 de ellos, socialistas. Esto provocó una fuerte polémica, además del enfado del Ejecutivo, que tuvo que aprobar de nuevo el proyecto el día 29. Llegó otra vez al Congreso el 2 de diciembre y se aprobó su tramitación urgente (lectura única), aunque el PP se ausentó de la Cámara y anunció medidas contra la iniciativa. El día 9 se votó otra vez y se remitió al Senado, donde se vio ayer con el resultado conocido. Ahora volverá al Congreso.