El diputado del PSOE Ramón Laplana ha reclamado hoy a la presidenta, Luisa Fernanda Rudi, que "tome de una vez cartas en el asunto" y exija a Bruselas que pague los graves perjuicios que ocasiona el veto ruso al sector porcino y de la fruta en Aragón, ya de por sí muy afectado.

El portavoz del PSOE en la Comisión de Agricultura de las Cortes ha considerado, en un comunicado, que los agricultores y ganaderos aragoneses "no pueden volver a ser los paganos de una crisis internacional".

Por eso, ha pedido a Rudi que "sea contundente" y exija respuesta inmediata por parte del Gobierno de Mariano Rajoy al veto ruso a la hora de solucionar el conflicto y reclamar las ayudas a la Unión Europea.

Para Laplana, Rudi tiene que pasar a los hechos y "considerar de una vez al sector agropecuario como un elemento básico para salir de la crisis, algo que hasta ahora, aunque parezca mentira, no ha considerado así".

"Rudi, como presidenta de Aragón, es quien tiene la competencia para defender al sector agrícola y ganadero aragonés, y no puede quedarse de brazos cruzados mirando hacia otro lado mientras se hunden estos mercados que son fundamentales en Aragón", ha aseverado.

Laplana ha explicado que el año pasado Aragón exportó en el sector del porcino hasta 10 millones de euros, mientras que el 40 % de las variedades de fruta dulce que se cultivan fueron al mercado ruso -Aragón es el mayor exportador de melocotón rojo a aquel país-.

El diputado destaca que las cooperativas aragonesas cifran en 110 millones las ventas de fruta a Rusia, mientras que el Gobierno de Rajoy sólo cuantifica el impacto de las restricciones a ese mercado en 337 millones de euros.

"Aragón es una de las comunidades más afectadas por el veto ruso y la presidenta Rudi no puede mirar otra vez hacia otro lado sin exigir medidas urgentes de apoyo ante una situación que se prevé muy preocupante para el sector primario", ha agregado Laplana.

El diputado socialista ha recordado también la importancia del sector porcino, que genera más de 10.000 puestos de trabajo directos en Aragón más los que trabajan en la agroindustria y una producción final de 1.200 millones de euros, "un sector que está en crisis y que puede morir por la parte más débil: el integrado".