La reforma del Estatuto de Autonomía de Aragón no se plasmará en un documento como mínimo hasta dentro de seis meses y, previsiblemente, el nuevo texto no verá la luz hasta el 2005. PSOE, PP y PAR impusieron ayer en el pleno de la Cámara autonómica un ritmo lento en el debate sobre una nueva reforma estatutaria, en contra de la opinión de CHA e IU, formaciones políticas que apostaron por acelerar el proceso.

La fórmula finalmente aprobada consiste en la creación de una comisión especial de estudio que analice, concrete y, en su caso, actualice, las diez propuestas aprobadas por unanimidad la primavera pasada en la comisión especial sobre autogobierno aragonés. En la propuesta, impulsada por el PAR, se establece que la comisión concretará las conclusiones en un periodo de tres meses, prorrogables en otros tres. Acto seguido, se constituirá una ponencia para reformar el Estatuto.

Por el PAR, su portavoz, Javier Allué, defendió una propuesta que tiene como objetivo "eliminar lo que desune, concretar las propuestas y actualizar y adaptar" el dictamen unánime aprobado el 1 de abril de 2003. Tras el "cambio político" del 14 de marzo se percibe una voluntad favorable al "incremento y consolidación del autogobierno" autonómico, apreció Allué, quien se preguntó si ha llegado el momento "oportuno" de pasar a la acción sobre las premisas del dictamen.

Para el diputado socialista José María Becana, en la que fue su última intervención en la Cámara aragonesa antes de su marcha al Congreso de los Diputados, en esta cuestión lo que se requiere es resaltar las posiciones comunes y "no airear las discrepancias". El PSOE apuesta por la comisión en lugar de por la ponencia porque cree que existen "criterios de oportunidad", toda vez que la llegada de José Luis Rodríguez Zapatero a la presidencia del Gobierno ha dado "un giro de 180 grados" a la política territorial al apostar por "un nuevo modelo de cohesión".

El portavoz del PP, Antonio Suárez, estimó que la comisión es necesaria para analizar el dictamen, ver si hay que concretar algunos puntos y, en su caso, determinar si es necesaria la reforma, para lo que se requiere "consenso y acuerdo". Chesús Bernal, de CHA, se preguntó si crear una nueva comisión se debe a que la anterior "hizo mal su trabajo", algo que negó categóricamente. Por este motivo, estimó que ahora es el momento de constituir la ponencia especial para la reforma del Estatuto porque las conclusiones de la anterior comisión ya son lo suficientemente claras. También el diputado de IU, Adolfo Barrena, reclamó que no se gasten esfuerzos en "reeditar lo que ya se hizo".