Es necesario "darle la vuelta" al modelo implantado por el PP en el país. Conseguir "un cambio responsable" de la actual situación política y propiciar "un Gobierno dialogante" que garantice "nuevos derechos sociales y civiles y el acceso a unos servicios públicos de calidad".

Con estas premisas como objetivo presentó ayer el PSOE aragonés las líneas generales de su programa electoral para la cita con las urnas del 14 de marzo. Mejorar "la democracia", las políticas sociales y el sistema económico están entre los compromisos de los socialistas.

En Zaragoza, el programa lo presentaron el número uno al Congreso, Jesús Membrado, y los tres socialistas que le siguen en la lista, Alfredo Arola, Eva Sáenz y Rosa Roy.

Membrado habló de la economía del país y aseguró que si sólo se mira "la epidermis" parece presentar "un estado inmejorable". Pero que si se llevan a cabo "catas o análisis" se ven "enormes deficiencias".

El socialista acusó al PP de implantar un modelo económico de "bajos salarios, alta temporalidad, baja productividad y un notable tirón del sector de la construcción, que cíclicamente entra en crisis".

El PSOE promete "cambiar" un ciclo "caduco y acabado" con una fórmula basada en la inversión en formación, educación e investigación, para que las empresas sean competitivas, y en mejorar la eficacia del gasto público, entre otras cosas.

EL LASTRE DEL PHN Respecto a las cuestiones que más pueden preocupar a Aragón, Membrado se mostró convencido de que el trasvase del Ebro es el principal lastre. "Aragón esté en un momento económico importante", dijo, debido tanto a la situación general del país como a la estabilidad institucional regional ("se ha roto con la inercia de cambiar de presidente cada cuatro años y eso es un rédito económico").

La comunidad fundamenta su crecimiento en la industria y para mantenerlo hay que "profundizar en él y despejar el problema del trasvase, porque el agua es consustancial al desarrollo de Aragón". El candidato insistió en que el PP está "generando una imagen perversa de la comunidad que no se corresponde con la realidad" y que hay que erradicar para que no tenga consecuencias en el panorama económico.

Arola comentó las propuestas para "impulsar la sociedad del bienestar" y denunció las reducciones en el gasto educativo (del 5,5% al 4,9% del PIB) y en el sanitario (descenso de 7.200 millones de euros respecto a 1996). Es necesario, aseguró, "recuperar el tiempo perdido".

Lograr una mayor calidad democrática , mejorar el sistema judicial y "reducir la conflictividad entre el centro y la periferia" del país son otras metas del PSOE, según Eva Sáenz, quien señaló que su partido plantea "una nueva forma de hacer política desde el diálogo y el respeto al adversario político".