Las sesiones plenarias en las Cortes ofrecen a veces extrañas filigranas. Pocas horas después de que el PSOE celebrara la unidad alcanzada por seis partidos en la aprobación de las cuentas del próximo año (dejando en soledad al PP y a Vox) los mismos diputados socialistas no tuvieron inconveniente en votar una proposición para que se mantenga la lengua castellana como lengua vehicular «en toda España de acuerdo con la Constitución Española y los estatutos de autonomía de las comunidades autónomas» en la que se aliaron con las formaciones de la derecha y que cosechó los votos en contra de Podemos, CHA e IU.

El debate del texto coincidió con el tenso pleno en el Congreso de los Diputados donde se aprobó la octava reforma educativa de la democracia impulsada por la ministra Isabel Celaá con los votos del PSOE, Unidas Podemos, ERC, PNV, Más País, Compromís y Nueva Canarias. Los críticos, entre los que parecen incluirse los socialistas aragoneses, aseguran que pone en riesgo el uso del castellano como idioma vehicular (una calificación que no aparece en la Constitución como tal).

«OBEDIENCIA CIEGA» / Este cambio de alianzas fue celebrado por el diputado de Ciudadanos Carlos Trullén (promotor de la iniciativa autonómica) al calificar al PSOE en la comunidad como un partido «decente» que «no tiene una venda en los ojos y no cae en la adulación y obediencia ciega a Pedro Sánchez y lo que representa». Además consideró que la propuesta busca «trazar una línea frente al nacionalismo» tras destacar que tanto PSOE como PP han errado en su estrategia durante décadas porque «al nacionalismo no se le contenta nunca» y llevan «cediendo terreno poco a poco a cambio de unos miserables votos». La propia Inés Arrimadas usó la figura de Javier Lambán en la tribuna en el Congreso para afear el voto de los socialistas en Madrid.

El diputado autonómico del PSOE, Ignacio Urquizu, evidenció que a veces los elogios son una gratificación envenenada y pidió a Trullén que hable con «prudencia» de la vida interna de otros partidos. Por eso intentó afinar diciendo que el PSOE no nació «contra nadie», sino «a favor de los trabajadores, la igualdad, la libertad y la solidaridad». Y consideró «una equivocación» politizar la cuestión de la lengua y ha dejado claro que la posición del PSOE es «siempre respetuosa con todas las identidades», apostando por «la cohesión, la tolerancia, la pluralidad».

«ACOSO Y DERRIBO» / En la explicación de voto, Álvaro Sanz expresó su preocupación porque haya salido adelante este texto porque se suma a la «campaña de acoso y derribo» al gobierno de la nación, mientras que Isabel Lasobras, de CHA, manifestó su tristeza y aseveró que le hubiera gustado que Cs hubiera presentado una proposición para reforzar los servicios públicos de calidad.

Con el objetivo de seguir alentando la polémica, desde el PP en Zaragoza anunciaron que durante toda la mañana de hoy colocarán una mesa de firmas en la plaza de España para recabar adhesiones contra la ley aprobada en el Congreso y «por la libertad de elección educativa de las familias y los alumnos». Ahí estarán presentes el presidente y el secretario general provincial del partido, Ramón Celma y Francisco Artajona.