La portavoz del grupo municipal socialista en el Ayuntamiento de Zaragoza, Lola Ranera, le recriminó ayer al alcalde Jorge Azcón su decisión de peatonalizar algunas calles de la ciudad durante los fines de semana. El Gobierno del PP y Cs tomó esta decisión, que le habían sugerido ya otros partidos como Podemos, «para facilitar el esponjamiento de los ciudadanos durante sus paseos», permitidos ya a partir del fin de semana. Pero para la socialista esta medida puede resultar contraproducente y provocar que los vecinos de la ciudad se concentren precisamente en las vías peatonalizadas.

«Tendría que haber esperado a conocer las indicaciones del Gobierno central. ¿Dónde están los informes técnicos y sanitarios que respaldan esta medida?», le preguntó Ranera a Azcón, y tachó su decisión de «temeraria». «Por supuesto, deseamos que funcione y que salga bien. Eso que vaya por delante», aclaró después la portavoz socialista. El alcalde no disimuló su sorpresa ante la postura del PSOE municipal y respondió: «precisamente lo que es un drama es que no sepamos todavía los detalles del plan del Gobierno central para este fin de semana».

Pero este no fue el único pero de la oposición a los preparativos de Azcón ante el inicio de la desescalada en la ciudad de Zaragoza. Alberto Cubero, concejal de ZeC, aseguró que el ayuntamiento no estaba contando con los representantes sindicales de los trabajadores municipales para preparar los planes de prevención de contagios cuando se recupere el trabajo presencial de los empleados públicos.

Más tarde, CCOO emitió un comunicado en este mismo sentido. En la nota, Comisiones Obreras aseguraba también que «no se debe precipitar el regreso a la actividad presencial» en los centros municipales, por lo que reclaman que se lleve a cabo una «planificación ordenada del proceso» y contando siempre con los sindicatos, como establece la Ley de Prevención de Riesgos Laborales.