El Ayuntamiento de Trasmoz ejercerá la acusación contra las tres personas, dos vecinos de Tarazona y un chatarrero de Tudela, detenidas por el robo de la estatua de Gustavo Adolfo Bécquer a fines del pasado mes de abril. "Nosotros reclamamos que se vuelva a hacer la figura y que se reponga donde estaba", señaló ayer Javier Moliner, alcalde de la localidad, que aseguró que los restos hallados por la Policía Foral de Navarra no pueden ensamblarse. El abogado del municipio es Santiago Palazón.

"El autor de la escultura, Luigi Maráez, ha visto lo que se ha recobrado de su trabajo, que es la práctica totalidad de las piezas, y ha dicho que no se pueden volver a utilizar", explicó el regidor. "Lo único para lo que sirven las piezas de bronce ahora es para ser fundidas, y es una lástima", señaló Moliner, que precisó que los ladrones solo habían recibido a razón de 2,50 euros por cada kilo de bronce.

PATRIMONIO CULTURAL

De momento, la Policía Foral ya ha devuelto al ayuntamiento los trozos de la estatua de Bécquer hallados en Tudela. Pero la investigación sigue adelante. "Faltan piezas y se están buscando", dijo el alcalde, que recordó que la figura había sido instalada a los pies del castillo de Trasmoz gracias a una colecta popular.

Desde el punto de vista legal, el consistorio mantiene que el robo de la estatua constituye un acto contra el patrimonio cultural de Trasmoz y, en esta, línea, solicitará que la figura vuelva a erigirse sobre el pedestal en que se hallaba hasta que los ladrones la derribaron, la cargaron en una carretilla y la llevaron hasta un vehículo con el que escaparon del lugar.

La detención de dos de los presuntos implicados en el robo, G. A. P., de 25 años, y su compañera M. R. M. C., de 46, fue fruto de la casualidad. Su vehículo se había quedado parado en el arcén debido a una avería y unos agentes de tráfico se acercaron a ayudar al ver que salía humo del compartimento del motor.

Pero el nerviosismo del hombre y el contenido del maletero, con piezas de bronce de las que el sospechoso no supo explicar el origen, provocaron su arresto, así como el de la mujer.

COMPENSACIÓN

Siguiendo esta pista, la Policía llegó hasta una chatarrería de Tudela donde aparecieron más piezas de la misma figura, valorada en 20.000 euros. Su propietario, F. S. C., de 48 años, fue detenido por receptación (adquisición de objetos procedentes de robo).

Además, se da la circunstancia de que, en el registro de su negocio, la Policía Foral halló una pieza procedentes de una estatua dedicada a la filóloga María Moliner en la localidad de Novallas, cerca de Tarazona. Esta parte de la escultura representa una bola del mundo, según explicó Javier Moliner.

La estatua de Bécquer pesaba 250 kilos, por lo que los autores del robo hubieran cobrado, en el mejor de los casos, 650 euros. Una cantidad pequeña de dinero que, sin embargo, ha causado una gran indignación en Trasmoz, una localidad que tiene a gala sus vínculos con el escritor romántico. Por eso Moliner confía en que el proceso judicial permita a la población levantar un nuevo monumento a Bécquer que compense el mal trago vivido por los vecinos por la pérdida del original.