El Ayuntamiento de Cueva de Ágreda, en la vertiente soriana del Moncayo, ha presentado alegaciones a la autorización recibida por las localidades de Ólvega y Ágreda para realizar obras y asimismo vertidos residuales por un máximo 2,1 millones de metros cúbicos al año a la estación depuradora de aguas de la última población.

Según el alcalde de Cueva de Ágreda, Miguel Alonso, que se basa en datos técnicos, el tipo de composición del subsuelo de la zona de la depuradora, que no tiene capacidad suficiente, hace que se produzcan filtraciones de aguas residuales que descienden hacia el valle del Ebro a través del río y del embalse del Val, en la comarca de Tarazona.

Asimismo, se ven contaminadas las tierras de otras localidades sorianas que, como Cueva de Ágreda, hace años que recuerdan el compromiso de crear un parque natural en esa parte del Moncayo.

Miguel Alonso argumenta en su escrito de alegaciones, dirigido a la Junta de Castilla y León y a las confederaciones hidrográficas del Ebro y del Duero, que la proliferación de granjas industriales y las necesidades crecientes del polígono Emiliano Revilla han incrementado de forma descontrolada el consumo de agua.

Además, la autorización de obras de gran envergadura, como una granja para más de 20.000 vacas, disparará aún más el consumo de agua en una comarca muy seca y, a la vez, producirá una mayor contaminación del subsuelo