Los municipios de la ribera del Gállego han impulsado la constitución del denominado Movimiento Lindano, una iniciativa que pretende unir a los vecinos, empresas y asociaciones de la zona y ejercer presión sobre las administraciones para exigir soluciones al problema de la contaminación por este pesticida.

Los integrantes del movimiento se han presentado hoy en rueda de prensa en Huesca para informar de sus objetivos y denunciar el "ocultismo" de las administraciones a la hora de informar a las poblaciones de los riesgos derivados de la contaminación, así como las "malas gestiones" realizadas para hacer frente al problema.

Así lo ha asegurado Inés de Wuff, vecina de Biscarrués y empresaria de Aguas Bravas en la zona, quien ha asegurado que "todavía no sabemos lo que bebemos" al no disponer de los resultados de los análisis del agua de boca de la que se abastecen en su zona y contar tan sólo con los realizados por la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) en la cuenca del río.

Ha explicado que el problema de la contaminación por lindano afecta de forma directa a unas 60.000 personas en la cuenca del Gállego, cuya unión ha considerado "necesaria" para exigir de las administraciones medidas y recursos para lograr la limpieza del cauce del río y una solución al foco contaminante.

El Movimiento Lindano reclama abastecimientos alternativos en todas las poblaciones afectadas, análisis constantes del agua, un estudio epidemiológico sobre la población de la zona, su integración en la comisión de expertos sobre el lindano, el cumplimiento de la directiva marco del agua y denuncias judiciales ante la comisión Europea y el Defensor del Pueblo.

Entre sus objetivos se prevé la creación de comisiones de trabajo propias sobre abastecimientos alternativos, contaminación del agua, afecciones sobre la salud, la agricultura y ganadería, el turismo y el medio ambiente, así como de seguimiento de los análisis de agua y de comunicación y sensibilización.

En representación de los ayuntamientos, el alcalde de Almudévar, Antonio Labarta, ha criticado las acciones llevadas a cabo tanto por el Gobierno aragonés como por la CHE para hacer frente a la contaminación por lindano y su insistencia inicial de que la situación creada era sólo un "problema medioambiental".

A su juicio, las medidas llevadas a cabo son "actuaciones parcheadas y hechas a salto de mata de las que no sabemos que consecuencias pueden tener para las poblaciones".

Por este motivo, ha instado a ambas administraciones a "ponerse las pilas" y dar una solución definitiva a un problema que no sólo afecta a los abastecimientos de agua de boca sino también a la agricultura, la industria y el turismo existente en la zona.

En este mismo sentido se ha pronunciado un portavoz de los municipios de la zona próxima al embalse de la Sotonera, Joaquín Til, quien ha advertido que "o los políticos dejan de marear la perdiz y se toman esto en serio o hay para nosotros un futuro muy malo a corto y medio plazo".

En su opinión, el Gobierno aragonés "está dando muestras de que no sabe qué hacer frente a una situación que afecta gravemente a regantes, a la agroindustria y a los pueblos, y luego se sorprende de que haya movimientos populares en la zona".

Los integrantes del Movimiento Lindano prevén reunirse en los próximos días con todos las asociaciones empresariales y vecinales de la zona para solicitar su apoyo y conseguir la mayor representatividad posible en el territorio.

Con este apoyo, la organización pretende ejercer "presión" sobre los gobiernos aragonés y central pero también sobre la Comisión Europea.

Según Inés de Wuff, la Comisión Europea debe de ser informada de la "grave" situación que afecta a la ribera del Gállego a fin de recabar fondos con los que poder hacer frente a la contaminación del río y del foco contaminante en Bailín (Sabiñánigo).

En la comparecencia ha intervenido, asimismo, el alcalde de Santa Eulalia de Gállego, José Antonio Casaucau, quien ha informado de los tres análisis realizados ayer en su municipio, dos a instancias y del Instituto Aragonés del Agua y del Departamento de Sanidad, y un tercero de contraste ya que, según ha afirmado, "no están claros los resultados de la contaminación en las redes de abastecimiento".