El puerto de Monrepós registró esta Semana Santa un 22% más de vehículos que en la del 2019, la última en la que estaba permitida la movilidad antes de que estallara la pandemia del coronavirus el pasado año. Así se desprende de las cifras oficiales facilitadas por la Subdelegación del Gobierno en Huesca, donde la comparativa de los registros de los días festivos, desde el Miércoles Santo al Domingo de Pascua, refleja siempre que hubo más tráfico este 2021 que en el 2019. Es un incremento destacado que puede explicarse por el cierre perimetral de la comunidad autónoma, que ha impedido los viajes a otros territorios, y ha llevado a los aragoneses a optar por el Pirineo como destino preferente.

Aunque fuentes oficiales no confirman que este sea el motivo del incremento, las cifras dejan claro que la limitación de la movilidad fuera de las fronteras de Aragón salvo en circunstancias justificadas ha repercutido, principalmente, en un mayor número de viajes al Pirineo. La cancelación, por otro lado, de la Semana Santa de la Ruta del Tambor conlleva que se hayan producido menos desplazamientos de los habituales en la etapa prepandémica al Bajo Aragón.

Según las cifras oficiales del tráfico en Monrepós, el pasado miércoles hubo 18.016 trayectos frente a los 12.121 del miércoles del 2019. En Jueves Santo, 15.762 este año frente a los 12.943 de hace dos ejercicios. El viernes, se registraron 12.132 accesos frente a 10.339; el sábado, 12.274 frente a 10.760, y el domingo, 14.091 en lugar de 12.974.

La Asociación de Hostelería y Turismo de la Provincia de Huesca constata estos buenos registros. Anabel Costas, portavoz de la asociación, reconoció que «se ha trabajado bien durante el puente», aunque señaló que «todavía quedan muchos hoteles cerrados en toda la provincia». Por ejemplo, en la ciudad de Jaca, tan solo están abiertas el 50% de las plazas hoteleras. La ocupación ha sido «alta» en aquellos establecimientos «pequeños y familiares, que son los que están abiertos», en parte impulsada por el elevado número de plazas que se encuentran cerradas.

La situación ha sido favorable, sobre todo, «para los restaurantes y terrazas, ya que hemos observado también viajes de ida y vuelta». Con la ausencia de los turistas de otras comunidades, Costas señaló que «este año la Semana Santa se ha quedado tan solo en fin de semana».

En las localidades de la Ruta del Tambor y el Bombo han constatado una «mayor afluencia» que en el 2020, donde toda la población vivía el confinamiento estricto, pero que «no tiene nada que ver con las experiencias vividas en el 2019 y años anteriores», manifestó el alcalde de Calanda, el popular Alberto Herrero. El presidente de la ruta, Fernando Galve, declinó ofrecer datos de ocupación turística, pero reconocía que «ha habido más gente en los pueblos, sobre todo por los vecinos que llevaban tanto tiempo sin poder venir por el confinamiento de las provincias, y debemos destacar que la gente ha respetado a la perfección las medidas sanitarias».

El teniente de alcalde de Híjar, Jesús Puyol, también constató este aumento de población «muy lejana a la masificación de otros años» y destacó el «comportamiento ejemplar» de todos los vecinos y visitantes. Unos y otros aguardan con esperanza que la Semana Santa del 2022 sea la de la resurrección del sector.