Los perfusionistas, una profesión joven en la que se producen rápidos avances que a veces son difíciles de asimilar y cuya responsabilidad es mantener al paciente vivo mientras su corazón está parado, intercambian su experiencia profesional en un congreso que se celebra en Zaragoza.

Así lo manifestó la presidenta de la asociación española, Florencia de la Fuente, antes de inaugurar el XIII Congreso Nacional de la Asociación Española de Perfusionistas. De la Fuente explicó que su trabajo consiste en la puesta en marcha, el mantenimiento y el control de las técnicas de circulación artificial, derivadas de un procedimiento médico-quirúrgico que requiere circulación extracorpórea.

Otra de sus tareas es proporcionar los cuidados asistenciales necesarios para mantener y controlar una adecuada circulación de la sangre en todos los órganos del cuerpo humano en aquellos enfermos que son intervenidos quirúrgicamente de lesiones cardiocirculatorias y es necesario sustituir la función cardiaca o pulmonar.

La Asociación Española de Perfusionistas, que se creó en 1978 con

44 socios, cuenta actualmente con 241 profesionales que se reparten por los 93 centros hospitalarios españoles que realizan cirugía cardiaca, de los cuales cuatro ejercen su profesión en el hospital Miguel Servet de la capital aragonesa.

Por su parte, la consejera de Salud y Consumo del Gobierno de Aragón, Luisa Noeno, que inauguró el congreso, destacó la labor de estos profesionales, "una especialidad anónima y muy complicada que se ejercita en el quirófano".

Durante la jornada de ayer se expusieron ponencias sobre cuestiones relacionadas con esta profesión, como Nuevos retos en anticoagulación , Perfusión práctica y Nuevos horizontes en perfusión .

La celebración de este encuentro responde a los objetivos de la asociación, que son comprometerse en actividades que estimulen, promuevan y desarrollen la profesión y la den a conocer a la sociedad.