Apenas un millar de alem a n e s r e s i d e e n Aragón, la mitad de ellos en Zaragoza. Esa discreta cifra contrasta con los cerca de 1.700 aragoneses que han hecho el viaje inverso en busca de un futuro mejor. Pero la primera potencia europea no necesita trasladar un gran capital humano para dejar huella en cualquier parte. Precisamente huellas germanas no le faltan a Zaragoza. En 1916 llegó procedente de Camerún un grupo de alemanes que cambió la fisonomía de la ciudad y alteró la anodina existencia de sus vecinos, como bien documenta el escritor y periodista Sergio del Molino en su obra Soldados en el jardín de la paz. Influencias arquitectónicas, industriales, comerciales, culturales... el cementerio alemán de Torrero, el Tinte de los Alemanes, el kindergarten antecesor del Colegio Alemán...

Casi cien años después, el potencial económico germano es un polo de atracción para media Europa y su cultura ha roto las barreras que antes encontraba. Desde el «aprendan alemán y encontrarán trabajo» que vino a decir Merkel, la demanda de cursos de alemán se ha disparado. «Hemos vivido un aumento espectac u l a r » , recomienda Rena Schenk, presidenta de la Asociación Aragonesa de Germanistas y Profesores de Alemán en Aragón, un colectivo del que Schenk destaca por ser un «foro de cooperación muy enriquecedor entre alemanes y profesores españoles», que organiza anualmente un ciclo de cine alemán y que triunfó con la pasada muestra sobre los Hermanos Grimm.

«Todos somos europeos y tenemos que movernos para entendernos mejor. Salir fuera enriquece: otro idioma, otra cultura... », recomienda Rita Bozzato, directora del Centro Alemán de Zaragoza, para quien incluso aquí en Aragón el alemán abre muchas oportunidades: «Cada vez es más necesario para personal administrativo de negocios que están en contacto con empresas alemanas».

Para Elena Serrano, profesora de alemán en la Escuela Oficial de idiomas de Zaragoza (EOI), «la cultura alemana ha avanzado mucho y ahora hay numerosos grupos de música, actores.... La gente viaja mucho a Berlín, es mucho más fácil el contacto». El EOI, que cuenta con un interesante y actualizado fondo en su filmoteca, invita a estudiantes alemanes del programa Erasmus para dar charlas: «Hablan sobre música, cine, sistema de estudios, etc. con un lenguaje cercano que llega a los estudiantes», cuenta Serrano. Además, fruto de la colaboración con la Universidad de Hannover, reciben a estudiantes de lenguas románicas que hablan con los alumnos sobre la actualidad.

La Asociación Cultural del Colegio Alemán, el Goethe Institute en Fernando el Católico, la tienda La Chucrut, en Francisco de Vitoria... Alemania está de moda y manda en Europa. Pese a ello,«en general, alemanes y españoles no perciben la verdadera importancia de la Unión Europea para su vida, pero es decisiva. Sí que es verdad que los alemanes pueden verla con mayor interés porque son dadores netos y no receptores en los presupuestos europeos», comenta María López, delegada de la Cámara de Comercio Alemana para España y cónsul honoraria de la República Federal de Alemania en Aragón.