La crecida del Ebro ha pasado de largo con Zaragoza. Amenazaba con hacer algún que otro destrozo, pero finalmente la punta llegó durante la madrugada del domingo al lunes con 1.550 metros cúbicos por segundo, en lugar de con los 2.000 previstos. Esta vez la ciudad de ha librado, aunque se espera otra avenida para la próxima semana.

El Ayuntamiento de Zaragoza activó el sábado el plan de protección civil y comenzó el desalojo de once familias de la urbanización de Torre Urzáiz de Movera, que ayer ya pudieron volver a sus casas. También se desmontó la exposición del Centro de Interpretación del Galacho de Juslibol y se cerraron algunos caminos que suelen inundarse en los barrios de Alfocea, Juslibol y Monzalbarba, aunque no llegaron a anegarse.

Para los próximos días se esperan tormentas, lo que podría agravar la situación.