Era solo cuestión de días que se confirmara el cese de la actividad de Pyrenair en el aeropuerto de Huesca-Pirineos. Al menos para esta temporada. Ayer se confirmó lo inevitable y la compañía anunció que suspendía los 18 vuelos que le restaban para finalizar la campaña 2010-2011, agravando aún más la situación de esta infraestructura de cara al futuro, ya que se acercaría aún más al abismo. En poco tiempo han dejado de funcionar la escuela de pilotos Top Fly y la aerolínea que movía a la mayor parte de los viajeros que volaban cada año hasta la terminal oscense. Y lo hace por "solo 100.000 euros", porque según explicó su presidente, Hugo Puigdefábregas, la decisión de abortar los vuelos previstos se debe a los "problemas de liquidez" que sufre la empresa. Ahora la actividad en Monflorite se reduce al vuelo semanal de Aramón con la terminal londinense de Gatwick.

Los primeros damnificados por la decisión de Pyrenair serán los más de 2.000 viajeros que tenían reservado el billete y que ya no volarán. La mayoría de ellos, el 70%, correspondía a la ruta con La Coruña, mientras el 30% restante se repartía entre la de Canarias con escala en Madrid y el único trayecto que faltaba por hacer desde Palma de Mallorca. Así, Pyrenair deberá devolver el dinero a todos y Puigdefábregas garantizó que así se hará, aunque se expone a que le reclamen una indemnización mayor.

TENSIÓN DE TESORERÍA El máximo responsable de la firma explicó ayer a este diario que "teníamos que pagar a la compañía que nos alquila el avión y efectuarlo cuando ni siquiera hemos cobrado por el primer vuelo de esta temporada, ya que mientras los turoperadores nos pagan a 60 días, esta empresa cobra por adelantado". De nada sirvió intentar posponer el pago, el último ayer en una reunión en Madrid. A esto se ha sumado que los bancos le han negado la posibilidad de un crédito, de manera que se generó una "tensión de tesorería" que impedía mantener la actividad hasta marzo.

Esta no es una situación excepcional, pero ha coincidido que la negativa de los bancos se da precisamente el año en el que se ha reducido notablemente la aportación del Gobierno de Aragón. No tanto por la cuantía que daba el departamento de Turismo, que ha pasado de los 550.000 euros de la pasada campaña a ser de 300.000 este año (en 2008 fueron 400.000 y en 2009 más de un millón), sino sobre todo por la subvención directa que aportaba el departamento de Economía para transportes. En el caso de Pyrenair, "en el 2009, con el vuelo a Londres, nos dieron 500.000 euros más y el año pasado fueron más de 250.000, pero esta temporada nos dijeron que no iba a haber ayuda", dijo Puigdefábregas.

Se lo comunicaron en diciembre, cuando ya tenía miles de billetes vendidos, de manera que la falta de liquidez a final de temporada era previsible entonces. Aún así decidieron seguir adelante y buscar nuevos recursos, pero los problemas llegaron en cascada, obligándoles a cancelar vuelos en Lérida y después en Huesca.

Sobre el futuro de la compañía, Puigdefábregas dijo que "esta cuestión no está encima de la mesa ahora", aunque admitió que "como accionista quiero seguir en Huesca la próxima temporada pero como presidente creo que hay que abrir una reflexión". "Solos no podemos seguir promocionando el aeropuerto y garantizando la movilidad con Huesca", añadió. En su opinión, las instituciones deben esforzarse para mantenerlo con vida.