El electrobisturí es un equipo sanitario capaz de transformar la energía eléctrica en calor con el fin de coagular, cortar o eliminar tejido blando. Este aparato desarrolla corrientes en frecuencias por encima de los 200.000 herzios, ya que estas no interfieren con los procesos nerviosos y solo producen calor. Al ser un aparato eléctrico su uso no está libre de complicaciones. El peligro más importante son unas erosiones, que suelen ser más profundas que las producida por llamas, y provocan una amplia necrosis tisular con trombosis profunda, que a menudo requiere desbridamiento quirúrgico. Por contra, evita hemorragias, propagación de gérmenes y ayuda a acceder a zonas difíciles. El electrobisturí lo utilizan los cirujanos plásticos debido a que ahorra tiempo y causa menos dolor.