Lo que espera un aragonés es que su vida mejore, en coherencia con los programas de los partidos que sustentan el Gobierno de turno. En este caso, el Gobierno de Sánchez, con un PSOE en solitario, está obligado a pactar con otros grupos para alcanzar la necesaria mayoría parlamentaria.

Un aragonés espera que la moción de censura no sea un cambio de caras en la Moncloa. No vale con que en las fotos ya no salgan Rajoy y sus ministros. Estamos cansados del turnismo de un bipartidismo que languidece. Lo que espera un aragonés es que se superen los recortes del PP y que la gente esté en el centro de la política, que se gestione para dar solución a nuestros problemas. Y para eso, un aragonés necesita partidas presupuestarias concretas que marquen el camino de lo que vendrá.

El cambio de rumbo político en España se demostrará con unos PGE sociales, para empezar. El empuje de Unidos Podemos ya ha logrado la subida del salario mínimo interprofesional a 900 euros. La mayor subida de la historia de la democracia. Pero en el acuerdo de Unidos Podemos con Sánchez hay mucho más: que se revaloricen las pensiones por ley, que se regulen los precios del alquiler para evitar abusos, que se baje la factura de la luz, que se reduzca la cuota a los autónomos que más lo necesitan, que se concreten con dinero suficiente las leyes contra la violencia machista, que se recupere la justicia universal o que se derogue la ley mordaza. Sánchez sabe que necesita los votos de Unidos Podemos y los acuerdos están para cumplirse.

En Aragón, sabemos que si nos esforzamos en el impulso, somos capaces de alcanzar acuerdos y aprobar leyes, proyectos y presupuestos que benefician a la mayoría de los aragoneses. En esta legislatura hemos logrado mejoras notorias en empleo, vivienda, igualdad o instalación de jóvenes agricultores, por citar algunos ejemplos. Podríamos haber avanzado más, pero podemos decir con orgullo (y humildad) que hemos sido parte importante de los mejores proyectos y avances en esta legislatura.

Un aragonés espera, además, que en los PGE se financien las infraestructuras pendientes en Aragón. Solo en comunicaciones calculamos 600 millones de euros de deuda histórica del Gobierno de España con Aragón. Si bien aumentan algo algunas partidas, siguen sin ser suficientes para los trenes que precisamos, el impulso definitivo al corredor Cantábrico-Mediterráneo o la reapertura del Canfranc. Tampoco para el desdoblamiento de la N-232.

¿Recuerdan el apoyo de Lambán a Susana Díaz? Pues de aquellos barros, estos lodos. El presidente de Aragón no ha sabido influir en su propio partido y traer a nuestra tierra las inversiones que merecemos. Un aragonés como yo espera, esperamos, que estos PGE mejoren con nuestras enmiendas. Que el Gobierno de Sánchez cumpla los acuerdos con Unidos Podemos y las dignas reivindicaciones de los aragoneses estén mejor financiadas.

En definitiva, se trata de aprovechar la oportunidad del cambio de Gobierno y empezar un nuevo ciclo tras décadas de olvido y abandono por parte del Gobierno de España hacia Aragón. Por ello desde Podemos Aragón seguimos trabajando para que se aprueben unos buenos PGE, para liderar el Gobierno de Aragón en 2019 y luchar para hacer justicia para nuestra tierra.