La Selectividad marca un antes y un después en la vida de todo estudiante. Es la meta del Bachillerato y el punto final a una etapa académica, pero también marca el pistoletazo de salida a una carrera universitaria. Da igual el nombre técnico que se le ponga: Prueba de Acceso a la Universidad (PAU) o Evaluación para el Acceso a la Universidad (EVAU), porque siempre será conocida como Selectividad.

Sacar adelante los diferentes exámenes, distribuidos en tres días, exige esfuerzo y también una buena nota según el grado que se quiera cursar. Hace diez años la calificación máxima a alcanzar era un 10, pero poco después cambió la fórmula y se dio la opción de presentarse a una fase específica (optativa) para llegar a conseguir hasta un 14.

EL PERIÓDICO habla con cuatro jóvenes que fueron los mejores de su año al conseguir la mejor nota de Selectividad en Aragón. Algunos terminaron sus carreras o están en ello y también reconocen haber tenido dudas durante su época como universitarios. Eso sí, siempre manteniendo sus buenos resultados académicos y algunos con un expediente que seguido siendo de sobresaliente.

Ingeniería Industrial, Ingeniería de Telecomunicaciones, Derecho y Medicina son los grados que estos aragoneses eligieron en su momento. Y aunque su buena nota en Selectividad tampoco fue algo que determinara su vida, todos sienten cierto «orgullo» de poder lucir de este detalle en su curriculum.