El mes pasado diciembre, la Dirección General de Medio Natural y Gestión Forestal del Gobierno de Aragón señaló la presencia de una pareja de quebrantahuesos en el Parque Natural del Moncayo, desde la primavera de 2019, apuntando la posibilidad de que pudiese confirmarse la dispersión natural y nidificación fuera de su área de distribución pirenaica.

Por ello, según ha informado el Departamento de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente del Ejecutivo regional, los servicios técnicos y los Agentes de Protección de la Naturaleza (APN) pusieron en marcha un programa específico de seguimiento.

Esta actuación conllevaba la vigilancia periódica de los desplazamientos y el comportamiento de los componentes de la pareja y además incluía el aporte de patas de cordero en puntos específicos, para su alimentación, y de lana, para apoyar e incentivar la construcción del nido.

Esta vigilancia permitió a los APN observar la defensa del territorio por parte de los miembros de la pareja, la construcción de un nido en una de las paredes verticales típicas del Moncayo y la realización de cópulas, indicador de que la pareja parecía consolidada.

Asimismo, la monitorización confirmó que la hembra llegó a poner al menos un huevo ya que se produjeron cambios de comportamiento en la pareja entorno al nido, y constantes relevos entre sus miembros, propios de la incubación. Esta conducta se sucedió durante los 54 días que dura la incubación en esta especie, aunque la vigilancia por parte de los APN continuó más allá de este periodo, a la espera de la crianza del pollo.

Sin embargo, tras diez días más de vigilancia, se constató que no se producía traslado de alimento al nido para la ceba de una posible cría y después de varias jornadas de comprobación, el pasado fin de semana se pudo constatar que el nido se encuentra vacío.

Pese al fracaso, este intento reproductor del quebrantahuesos, de manera natural y fuera del entorno pirenaico, es una noticia extraordinaria para la conservación de la especie en la Península Ibérica, más aún si se tiene en cuenta la escasa capacidad colonizadora que caracteriza a esta especie.

SEGUNDO INTENTO FUERA DE LOS PIRINEOS

La ocupación de este nuevo territorio en el Sistema Ibérico puede entenderse como una señal de cambio, que parece apoyar la idea de saturación de la población de esta especie en el área pirenaica, y que cobra más fuerza al ser el segundo caso que se produce en España en pocos años.

En 2018, en Navarra, en la Sierra de Aralar, se produjo el primer intento reproductor fuera del arco pirenaico, esta vez formado por una unidad reproductora de quebrantahuesos constituida por tres individuos, algo que ocurre aproximadamente en un 30% de las unidades del Pirineo.

En este caso, se detectaron cópulas y construcción de nido, aunque no se llegó a constatar que hubiese puesta; en 2019 se produjo el fracaso durante la incubación del huevo, y finalmente este año 2020 ha llegado a nacer un pollo.

Desde Aragón, donde se encuentra el 40% de la población europea de quebrantahuesos, se viene colaborando desde hace años en diferentes proyectos que tratan de aumentar su área de distribución a través de programas de reintroducción en áreas donde existía constancia de su presencia histórica, como los Picos de Europa o el Maestrazgo castellonense.

PROGRAMA DE REINTRODUCCIÓN

Fruto de las reintroducciones realizadas desde el año 2010, el pasado marzo se informó del nacimiento del primer quebrantahuesos en el Parque Nacional de Picos de Europa, extinto desde aproximadamente siete décadas y cuyos padres son de origen pirenaico.

Este programa de reintroducción está desarrollado por la Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos (FCQ), y cuenta con la participación del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, y las Comunidades autónomas del Principado de Asturias, Cantabria y Castilla-León.

Además, el Gobierno de Aragón apoya en estas acciones mediante la cesión de los ejemplares para las liberaciones, al tiempo que mantiene un esfuerzo constante de seguimiento y de conservación 'in situ' de la especie.

Por su parte, los movimientos a lo largo del Sistema Ibérico de los quebrantahuesos liberados dentro del programa del Maestrazgo, equipados con emisores satélite, han corroborado la idoneidad de esta cadena montañosa para la especie, con visitas frecuentes de los ejemplares a zonas del Maestrazgo turolense, el ibérico riojano o el propio Moncayo.

Este proyecto, que comenzó en 2018, está impulsado por la Comunidad Valenciana, con la colaboración de Aragón, Cataluña, el Ministerio de Transición Ecológica y el Reto Demográfico, y la Fundación para la Conservación de los Buitres (VCF).

Teniendo en cuenta las características etológicas de la especie, se espera que la instalación de esta nueva pareja en el Moncayo y su intento de cría, puedan favorecer la frecuentación de esta zona por otros ejemplares, actuando así como atractivo para una eventual expansión natural de la especie fuera de su área de distribución.

No obstante, el quebrantahuesos sigue catalogado como especie en peligro de extinción a nivel nacional y autonómico, debido a la mortalidad directa de ejemplares por intoxicaciones, electrocuciones y molestias humanas, a lo que hay que añadir los riesgos inherentes a su reducida población y su restringida área de distribución.